Fabián Ríos confiesa entre lárgrimas los peores momentos de su infancia: "Crecí queriendo matar a mi padre"
Su pasado fue realmente duro, y en una entrevista explica por qué.
People en Español revela que Fabián Ríos últimamente ha tenido un gran éxito en la parte profesional, por su papel protagónico en la exitosa telenovela Sin senos sí hay paraíso, transmitida por Telemundo.
Pero, lamentablemente, y como muchas otras personas, no siempre su vida fue así.
En una entrevista en el programa de televisión ‘Don Francisco te invita’, el actor colombiano, con su voz entrecortada y al borde de las lágrimas, reveló que su pasado fue realmente duro, por el abandono de su padre.
“Es muy duro para un hijo escuchar que tuvo un padre que se aprovechó de su madre, que la dañó y yo crecí con ganas de matarlo, quería fortalecerme para algún día encontrarlo y romperle la cara. Gracias a Dios no lo hice porque murió en su ley”, confesó el actor.
Continuó diciendo: “Y hoy día tengo una heroína que se llama Esperanza Ríos (su madre) y tiene un hijo que todos los días se esfuerza por demostrarle que fue bueno no haberme abortado”.
El actor de 38 años se sinceró con el programa diciendo: “Yo soy de esos hombres que puede decir que no se quiere parecer a su padre. Entonces me he esforzado toda la vida para demostrarle a mi hija que se puede ser un buen padre así hayas tenido el peor”.
People en Español revela que su relación con su padrastro tampoco fue buena, y fue él la razón para que el actor se fuera de su casa, pidiéndole a su madre que lo enviara a un internado.
Por esta decisión, Ríos tuvo que pasar por muchos problemas y muchas dificultades, y lo explica en la entrevista. “Allá conocí la droga, conocí el bullying, conocí las pandillas, conocí la desprotección humana y conocí todo lo peor”, reconoció Fabián.
“Les voy a poner un ejemplo: hubo una pandilla que a mí me obligó a consumir cocaína si yo no pertenecía a esa pandilla y como no quise pertenecer, me tocó irme a golpes. El que nos cuidaba en el internado nos prestaba guantes para que no nos hiciéramos la cara”, explicó.
De esto continuó diciendo: “Teníamos que darnos golpes hasta que uno de los dos no quisiera pelear más, pero pudo alguien haber perdido la vida porque obviamente bajo esas circunstancias y esa adrenalina uno lo que quiere es acabar al otro, y eso lo viví en un internado”.
Afirma también que todas las personas creen que los internados son sanos, pero existen muchos que son todo lo contrario a estos.
Afortunadamente, Ríos pudo reconducir su camino, y hoy en día no solamente tiene mucho éxito sino que además es un excelente padre.
Siempre pensó que en la vida, con lo que vivió, pudo ser el peor ser humano del mundo, por el hecho de haber crecido sin un padre que le explicara cuáles son los caminos que debe escoger en la vida, sin embargo, afirma que se dejó guiar de Dios y que hoy, gracias a él, es un buen padre.