Madre de 30 años fue condenada a 40 por matar a su hijo que mojó la cama
Alrededor del 70% del cuerpo del pequeño estaba cubierto de hematomas, revelaron los exámenes forenses en un caso que conmocionó a la opinión pública estadounidense hace dos años.
Una mujer que mató a golpes a su hijo de 2 años después de que el niño mojara la cama, fue sentenciada este martes 17 de junio a pasar 40 años en una prisión federal, informó Rapid City Journal.
Katrina Shangreaux, de 30 años, se había declarado culpable de asesinato en segundo grado por matar a su hijo, Kylen Shangreaux, en su casa de la localidad de Porcupine el 28 de junio de 2016.
Ella admitió haber agredido al niño varias veces, incluso con un cinturón tachonado. También que lo arrojó al suelo, lo pateó en el abdomen y la cabeza, y lo mordió varias veces. Una autopsia concluyó que el niño murió por un trauma de fuerza contundente.
Kylen tuvo 111 lesiones externas distintas y alrededor del 70 por ciento de su cuerpo estaba cubierto de hematomas, dijo la fiscal federal estadounidense Sarah Collins en la sentencia dictada el martes por la tarde. El niño también tenía costillas rotas, sangrado en el abdomen y el cerebro, y lo que parecía ser quemaduras de cigarrillo en la cabeza.
"Lo más impactante fue el daño que le hizo a su escroto", dijo Collins, explicando que las partes íntimas del niño se habían roto y prácticamente habían desaparecido, como consecuencia de la paliza de Katrina.
Al juez principal del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Jeffrey Viken, se le dijo que Katrina llamó al 911 después de que su hijo ya había muerto unas tres horas antes.
Katrina había admitido haber limpiado al niño y a la escena del crimen con la ayuda de su madre, antes de que llegaran policías y médicos. Después de que Kylen fuera declarada muerta, fue a White Clay, Nebraska, y luego a Rapid City.
"Al estar más preocupada por limpiar la escena, ella aseguró su muerte", dijo Collins, quien pidió al tribunal una sentencia de al menos 40 años, similar a la sentencia de Lori Wisecarver por matar a un niño de 2 años que había estado criando.
Los parientes paternos de Kylen, sin embargo, querían nada menos que la vida.
"Eres la última persona que puede darle a Kylen la justicia que merece", le dijo su tía Angie Shangreaux a Viken mientras estaba de pie en el atril de la corte. "Estoy rogando porque sea una sentencia de por vida", agregó
Antes de regresar a su asiento, Angie se volvió hacia Katrina: "Te odio. Nunca te lo perdonaré... Te mereces el infierno".
Angie, de 38 años, se había ocupado de Kylen durante aproximadamente un año hasta que Katrina lo recuperó el 1 de junio de 2016, luego de una batalla por la custodia en Oglala Sioux Tribal Court. El 28 de julio, el niño estaba muerto.
La noche anterior, después de llegar a casa para descubrir que Kylen había mojado su cama, Katrina dijo que su ira hacia el niño creció cuando él "la miró de soslayo" y también la llamó "Angie". Katrina dijo que había consumido una gran cantidad de alcohol y tomado medicamentos para el dolor.
Cuando llamó al 911, informó que Kylen se estaba ahogando con el jugo de manzana y que no respiraba. La policía inicialmente pensó que la muerte del chico había sido accidental.
Fue "un día que salió mal", le dijo Katrina al juez. "Ni un segundo, no pasa un minuto todos los días en que no pienso en su pédida". Dijo que el mayor castigo que se le puede dar es vivir sin Kylen.
Su abogado, Thomas Harmon V, dijo que la golpiza fatal fue un incidente único, a diferencia del abuso infantil Wisecarver, que duró un mes. Dijo que Katrina fue luego diagnosticada con depresión, lo que se corresponde con el testimonio de un amigo.
Harmon solicitó una sentencia de 16 años para permitir que Katrina se reúna con sus hijos y reciba tratamiento.
Pero el juez enfatizó en la naturaleza extrema de sus acciones. Viken describió el sufrimiento de Kylen como la muerte "horrible, depravada, torturante, humillante" de alguien indefenso. Él había revisado 18 fotos de la autopsia del niño, que fueron selladas de la vista del público.
Ordenó que la sentencia de 40 años de prisión de Katrina fuera seguida por cinco años de libertad supervisada.
Esta es una de las sentencias más largas por asesinato en segundo grado que el distrito de Dakota del Sur, EEUU, ha dictado en varios años.
La madre de Katrina, Sonya Dubray, también está siendo procesada por la muerte de Kylen. Sus cargos incluyen alterar pruebas, ser cómplice de asesinato en primer grado y hacer declaraciones falsas a las autoridades.
Su juicio ha sido programado para noviembre.
El asesinato de Kylen fue uno de los 14 casos de homicidio en Pine Ridge en 2016, un año especialmente sangriento en la zona. Hubo tres homicidios en 2017 y dos en lo que va del año, según el FBI.