¿Qué es la procrastinación y por qué nunca debes permitir que entre en la vida de tu hijo?
Todos alguna vez postergamos ciertas tareas, pero si lo hacemos habitualmente, nos convertimos en procastinadores.
Esta actitud, cuando es crónica, es considerada un trastorno de conducta que debemos evitar a toda costa en nuestros niños. El mejor consejo: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, ya nos lo daban nuestras abuelas.
Si eres madre, lo más probable es que tengas un hijo que posponga las cosas, pues la procrastinación forma parte de la experiencia humana.
De acuerdo con un artículo del portal Education.com, la mayoría de las personas pospone las cosas porque no están entusiasmadas con una tarea, o porque supuestamente siempre hay algo más interesante, emocionante o urgente que hacer.
"Todo el mundo posterga, pero no todo el mundo es un procrastinador", dice el Dr. Joseph Ferrari, profesor de psicología en la Universidad de DePaul.
Sin embargo, afirma que para el 20 por ciento de la población, la postergación es un problema crónico.
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"Estas son personas que tienen un estilo de vida inadaptado", explica Ferrari. "Individuos que son procrastinadores crónicos o habituales. No pagan sus facturas a tiempo, su refrigerador está vacío, pierden trabajos porque no hacen sus labores puntualmente".
La buena noticia, según el especialista, es que cuando se trata de niños, la procrastinación solo es digna de atención por parte de un terapeuta o psicólogo cuando impregna cada aspecto de sus vidas: "cuando lo hacen en casa, en la escuela, con sus amigos", indica Ferrari.
Concretar tareas
El Dr. Sean McCrea, profesor asistente de Psicología en la Universidad de Konstanz, en Alemania, publicó en 2017 los hallazgos de su estudio de procrastinación, que muestran la importancia de la forma en que se presentan las tareas.
McCrea concluye que las personas actúan de manera puntual cuando se les asignan tareas concretas, y pierden el tiempo cuando ven las tareas en términos abstractos.
"El objetivo de gran parte de mi investigación es examinar las razones por las cuales las personas socavan su propio desempeño", alega McCrea. "Creo que el aspecto más interesante de los hallazgos es que poner sutilmente a la gente en una mentalidad más concreta tiene efectos poderosos".
Tal vez los padres pueden ayudar a sus hijos presentando tareas en términos concretos (por ejemplo, recoger las pelotas frente a limpiar la sala de juegos). Más importante aún, sin embargo, los padres pueden ayudar al reconocer que el estilo de crianza es significativo.
Comportamiento adquirido
Ferrari, que ha estado investigando la postergación por más de 20 años, dice que no existe un gen para la postergación; es aprendido.
"Hemos encontrado que los procrastinadores crónicos informan tener padres fríos y exigentes, con autoridad", dice Ferrari. "Es el niño el que no puede realmente rebelarse, por lo que la única forma de rebelarse es demorarse en hacer lo que el padre le pide que haga".
Ferrari sugiere que los padres recompensen a sus hijos por llegar temprano en lugar de castigarlos por llegar tarde. "A menudo esperamos 100% o 0%", dice Ferrari. "¡No no! Si el niño cumple el 80% de la meta, ¡los recompensas por eso! "
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Según el sitio web Eresmamá.com, es fundamental que los padres den un buen ejemplo para evitar que sus hijos se conviertan en procastinadores.
“No caigas en la procrastinación. Trasmítele a tu hijo la significación de no aplazar sus deberes. Al fin y al cabo en algún momento deberá hacerlos. Haz que tu hijo sea un hombre del mañana porque pertenece a la nueva generación y no porque siempre deja para ‘mañana’ sus responsabilidades de hoy”, afirma la página.
Amabilidad ante todo
Por su parte, el Dr. Timothy Pychyl, profesor de Psicología en la Universidad de Carleton, en Ottawa, Canadá, está de acuerdo en que los padres deben tener cuidado de no ser demasiado duros con los niños que posponen las cosas.
"Entendemos que hay una cierta cantidad de desarrollo cognitivo que tiene que continuar", dice Pychyl. "Vemos a una persona joven que no está regulando su comportamiento muy bien, y nos volvemos tan punitivos".
Pychyl advierte que los hijos de padres autoritarios atraviesan un momento difícil más adelante en la vida. "Es importante que los padres sean amables y fomenten el desarrollo de la autorregulación", dice Pychyl. "Se necesita tiempo y madurez".
La investigación reciente de Pychyl examina la relación entre la formación de la identidad y la procrastinación. El estudio encontró que los jóvenes que aún no habían logrado su identidad tenían más probabilidades de posponer las cosas.
Pychyl señala que las personas que no se conocen a sí mismas no se van a comprometer.
Las habilidades metacognitivas, como el establecimiento de metas, la eliminación de tareas y el monitoreo del progreso, son todas habilidades que los padres pueden enseñar y modelar para sus hijos, habilidades que se pueden aprender.
Pychyl dice que es más que solo cuestión de desarrollar voluntad: también es necesario desarrollar habilidades. "La habilidad y la voluntad en conjunto conducen al éxito autorregulador".
Consejos para el éxito
Estos son 10 pasos que los expertos aconsejan para enseñar a los niños a no posponer constantemente las cosas:
Recompensar, no castigar
Tener expectativas realistas. No esperes demasiado.
Cambie su técnica de crianza a medida que su hijo crezca. (No sea severo con un niño de 12 años de la misma manera que con un niño de 3 años).
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Dele a su hijo opciones y responsabilidad. No siempre le diga a su hijo qué hacer.
Modelo positivo, comportamiento autorregulador. Enseñe la fijación de objetivos, desglosando las tareas y supervisando el progreso.
Sea comprensivo con su hijo que todavía está tratando de encontrar su identidad.
Deje que su hijo falle o aprenda las consecuencias de sus acciones: no rescate a su hijo.
Ayuda a que las tareas de tu hijo sean concretas.
Reconozca que la postergación no es pereza; las personas que posponen las cosas generalmente están muy ocupadas haciendo cosas que se supone que no deberían estar haciendo.
Recuerde que la procrastinación es un comportamiento aprendido.
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