Perro fiel visitó la tumba de su amo durante 11 años, y murió junto a su amado amigo
Capitán, un imponente mestizo de pastor alemán, murió a los 15 años, sin haber abandonado nunca la tumba de su amo y mejor amigo.
Esta especial historia inicia cuando Capitán llegó a la casa de Damián Guzmán, de 13 años para ese momento, en Villa Carlos Paz, a mediados de 2005, como un regalo sorpresa de su padre, Miguel. Ya era un perro adulto, de unos 3 años aproximadamente.
Para la madre de Damián, su llegada no fue tan agradable, porque significaba más trabajo en la casa. Nada fuera de lo común, una historia como muchas. Pero se hizo especial cuando murió Miguel el 24 de marzo de 2006.
El perro desapareció poco después y nadie notó su ausencia. Había abandonado la casa. Al tiempo volvió, olfateó cada rincón y se quedó un tiempo viviendo afuera, a mitad de cuadra de la casa, hasta que se fue definitivamente.
Imagen tomada de: Youtube/ Lavoz comar
La familia de Miguel pensó que había muerto, o había sido adoptado por otra familia. Meses después fueron al cementerio y ahí se encontraron con Capitán, a quien reconocieron de inmediato. Se dieron cuenta de que había logrado seguir el rastro de su dueño y había encontrado su nuevo hogar.
El director del Cementerio municipal de Villa Carlos Paz, Héctor Baccega, contó a La Voz que Capitán había aparecido por el cementerio y dio vueltas por todo el lugar, hasta que llegó a la tumba de Miguel.
"Durante el día, a veces camina por el cementerio, pero a las seis en punto, llega hasta la tumba de Miguel, se acuesta sobre ella y se queda allí toda la noche”.
Imagen tomada de: Youtube/ Lavoz comar
El hijo de Sr. Guzmán, Damián, dijo que había intentado llevar a Capitán a su casa varias veces, pero que siempre regresaba directamente al cementerio, y con tristeza agregó: "Creo que estará allí hasta que muera también. Él está cuidando a mi papá".
Hace unos cuatro años, Capitán fue llevado a un chequeo veterinario y se le diagnosticó insuficiencia renal. El veterinario Cristhian Sempels, junto a la Fundación Proteccionista de Animales (FUPA), se encargaron de darle alimentación especial y medicamentos, y aunque podrían haberlo internado en una clínica, se decidió atenderlo en lo que él consideraba su hogar.
Imagen tomada de: Youtube/ Lavoz comar
En los últimos años, Capitán ya era un perro anciano poco juguetón y se lo veía caminando con dolor. Pero continuó su triste vigilia hasta morir en febrero, alrededor de los 15 años de edad.
Las entidades proteccionistas de Córdoba pidieron que Capitán fuese enterrado junto a su dueño. Pero el Concejo de Carlos Paz hizo la propuesta de cremarlo, sepultar sus restos en una plazoleta y construir un monumento en su honor. Mientras se discutía este proyecto, los restos de Capitán quedaron bajo el cuidado de las integrantes de FUPA.
Pero lo que nos emociona es que finalmente Capitán se pudo reunir con Miguel, a quien fue leal más allá de su muerte. Y es que en definitiva, los animales no se cansan de darnos lecciones de lealtad, como lo corrobora la historia de la hermosa perrita llamada Deta.
Imagen tomada de: YouTube.com / Inside Edition
Ella compartió muchos años con Theresa Morini, quien murió a los 86 años, dejando a Deta con su hija Theresa.
Unos meses después, al visitar el cementerio, Deta se sentó con gran tristeza junto a la tumba de su antigua dueña, y se negó a moverse a la hora de partir. Se percibía su dolor y sobre todo, que sabía que su compañera de vida estaba ahí.