Papá de niña muerta en escuela en México: 'El terremoto no la mató, la mató la corrupción'
Los padres iniciaron una acción civil colectiva con el objetivo de crear un precedente para que lo que ocurrió en el colegio Enrique Rébsamen nunca vuelva a suceder en ninguna escuela.
El 19 de septiembre de 2017, un sismo de magnitud 7,1 azotó a México dejando destrozos y pérdidas de vidas a su paso.
Alejandro Jurado perdió a su hija de siete años de edad en el derrumbe del colegio Enrique Rébsamen, al igual que dieciocho de sus compañeros y siete empleados de la institución. Pero el padre de la pequeña dijo que "el sismo no la mató, la mató la corrupción, la impunidad, la negligencia”.
Otros padres también se manifestaron con respecto a lo ocurrido en el colegio. Fernando Flores, quien era profesor de Historia en la escuela, perdió a su hijo Santiago en el derrumbe. El niño cursaba el segundo año de primaria.
“Desde donde yo estaba dando la charla, el salón de mi hijo se veía perfectamente. Me acuerdo que en cada oportunidad se paraba y desde su salón me saludaba”, dijo el padre al New York Times, haciendo referencia a una charla sobre sismo que estaba dando cinco días antes del terremoto.
Muchas fueron las tragedias que vivió la ciudad ese día y los posteriores. El no saber lo que había sucedido con personas perdidas o atrapadas en los escombros fue también un proceso extremadamente doloroso y extenuante.
Además del dolor por las pérdidas personales y materiales, posteriormente surgió la rabia y la impotencia, especialmente por el estado de muchas de las construcciones y la posible corrupción que hizo que éstas que fueran vulnerables.
La parte del colegio que aún queda en pie es un recordatorio de uno de los peores sucesos del sismo. La mayoría de los sitios que colapsaron fueron demolidos hace meses, en medio de promesas de reconstrucción, de reubicación de los residentes o de que construirían memoriales.
El colegio Rébsamen podría sumarse a esa lista. Las autoridades realizaron labores de derribo parcial del sitio el pasado mes de julio, después de suspender temporalmente el proceso por las quejas de las familias afectadas, que temían que se fueran a perder documentos y evidencias importantes con la demolición.
Pero algunos padres y familiares que supervisaban las labores de demolición se llevaron la sorpresa de que ni siquiera podrían recuperar los objetos de sus hijos, pues sospechan que fueron robados.
LOS RESPONSABLES DE LA VULNERABILIDAD DEL COLEGIO
Hasta el momento, la búsqueda de responsables apunta a negligencia por parte de la directora de la escuela, Mónica García Villegas, quien lleva un año prófuga y enfrenta órdenes de búsqueda en 190 países, y del ingeniero director responsable de la obra, Juan Mario Velarde Gámez, quien está en prisión preventiva desde julio.
La parte de la escuela que se derrumbó no era de aulas, sino de la sección administrativa. No obstante, los dos últimos pisos del edificio de cuatro plantas fungían como vivienda de García Villegas y su familia.
Al indagar sobre los motivos del colapso, pudieron conocer que ella realizó esas construcciones en el lugar a lo largo de varios años sin notificarlas.
Según el New York Times, la mujer lo notificó años después diciendo que las obras eran una remodelación con “trabajos de mantenimiento y de pintura” donde no iba a “modificar la estructura”.
La realidad fue que García Villegas construyó una terraza con materiales pesados, sin reforzar las columnas, además de una ampliación del departamento en el cuarto piso.
Claudia de Buen, una de las abogadas de los padres, además de las pesquisas y un peritaje independiente, indicaron que el sobrepeso de esos añadidos fue la razón por la cual colapsó el área.
LOS PADRES INICIARON UNA ACCIÓN COLECTIVA
Por su parte, los afectados no se han quedado de brazos cruzados. Un grupo de padres y madres que perdieron a sus hijos formaron la Brigada Amigos, una asociación con la que buscan ayudar a personas en situación vulnerable.
Los padres también han iniciado una acción civil colectiva con el objetivo de crear un precedente para que esto nunca vuelva a suceder en ninguna escuela.
La abogada dijo que el propósito es forzar a las autoridades a monitorear que todos los colegios, en especial aquellos construidos antes de las nuevas normas de construcción de 1987, sean revisados a fondo y adaptados.
La Secretaría de Educación Pública y el gobierno federal determinó que más de doce mil escuelas presentaron daños ligeros tras el sismo y se identificaron siete mil que requerirían rehabilitación.
Lo cierto es que olvidar lo ocurrido es imposible para padres como Fernando Flores, quien no ejerce su profesión docente desde hace un año. Dijo que aún no se siente listo para tratar con un salón repleto de alumnos. Mucho menos cuando tenía la ilusión de convertirse en el maestro de Historia de su propio hijo.
Pero no solo México está expuesto a constantes sismos. Científicos indicaron que los residentes la Bahía de San Francisco, California, están viviendo al borde de una “bomba de tiempo tectónica”.
Un nuevo estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en ingles), señala que la falla de Hayward, ubicada en la zona de la Bahía de San Francisco provocaría más muertes de registrarse un sismo.