Dos completos extraños robaron corazones en una improvisada actuación de piano en estación de tren
Dos completos extraños robaron corazones en una improvisada actuación de piano justo en una estación de tren.
París es conocida como la ciudad del amor, pero dos hombres pudieron hacerla aún más hermosa al interpretar una famosa canción en una estación de tren.
Los dos caballeros, llamados Gerard Pla Daró y Nassim Zaouch, utilizaron un piano portátil y con público introducido para sorprender a la multitud que los rodeaba.
Como se puede ver en el video, también compartido en YouTube, los dos tocan una hermosa melodía al mismo tiempo sin apenas decirse una palabra.
Fuente: YouTube / HERRMANN GERMAN
Este tipo de pianos fue presentado por la compañía de trenes SNCF como una forma de ofrecer a los clientes la oportunidad de tocar el instrumento conocido como 'vous de jouer', que significa 'es tu turno de tocar'.
Fuente: YouTube / HERRMANN GERMAN
Los hombres, que no parecían conocerse, no se turnaban; en cambio, tocaron el piano lado a lado, lo que hizo que la experiencia fuera mucho más especial.
Fuente: YouTube / HERRMANN GERMAN
Todo comenzó cuando Pla Daró, con una camiseta del Barcelona, se sentó al piano para tocar La Mattina de Ludovico Einaudi, y Zaouch se unió a él y se quedó cerca observando.
Normalmente, dos personas que tocan el piano al mismo tiempo son una receta para el desastre, pero los dos extraños encontraron la manera perfecta de combinar sus talentos.
RESPETO MUTUO
Su química era increíble y no se entrometían mientras trabajaban su magia. En algún momento, incluso cambiaron de bando sin interrumpir la canción.
Al final, recibieron un aplauso, con varias personas grabando el momento en que estrecharon la mano e intercambiaron sonrisas.
EL PODER DE LA MUSICA
El piano es uno de los instrumentos de sonido más hermosos del mundo y es capaz de tocar melodías alegres y tristes. Abby Tanner, la madre de un niño enfermo terminal llamado Lincoln, se volvió viral después de que la filmaran para su hijo.
Lincoln sufrió una forma terminal de epilepsia y sufrió más de 200 ataques diarios. Para aliviar su dolor, la madre amorosa tocó el piano para él y su voz llorosa derritió incluso los corazones más duros.