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Mujer pobre es atrapada traficando drogas y revela su desesperación por ayudar a su hijo con cáncer

Cruzó la frontera con cocaína para pagar la quimioterapia, la detuvieron y suplica que la liberen para despedirse.

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El mundo se derrumbó para Claudia el día que su hijo de 13 años fue diagnosticado con cáncer. Una doctora de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, le dijo que el dolor en la pierna de Fernando no se debía a un golpe sino a un tumor dentro de un hueso que crecía rápidamente.

Los pediatras oncólogos le dijeron a Claudia que su hijo necesitaba comenzar la quimioterapia de inmediato para no perder su pierna. La mujer también era madre de dos dijo y estaba embarazada de dos meses.

Sabía que su sueldo de empleada de limpieza no le alcanzaria para poder pagar el tratamiento.

Por lo tanto, Claudia tomó medidas desesperadas para conseguir el dinero. Ingenuamente, pensó que el mundo del narcotráfico podría ayudarle a reunir la cantidad de dinero necesaria de manera rápida.

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Aceptó cruzar la frontera hacia Argentina con dos valijas con poco más de un kilo de cocaína en un doble fondo.

Le prometieron $500 cuando entregara el paquete en el barrio de Liniers, Buenos Aires.Para su desgracia, fue descubierta en octubre del año pasado en el kilómetro 1.212 de la ruta nacional 34, cerca de la ciudad jujeña de Ledesma.

Un perro detector de drogas rascó con sus garras el equipaje de Claudia, el cual presentaba "anomalías en sus tornillos".

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Fuente: Facebook / Taxi Noticias

Fuente: Facebook / Taxi Noticias

Los agentes descubrieron 40 paquetes de cocaína, 1.160,60 gramos en total. La mujér quedó detenida, acusada por transporte de sustancias, que tiene una pena de hasta 15 años de prisión.

La mujer está presa desde entonces en el penal de Güemes, en Salta, donde dio a luz a su tercer hijo.

Fernando se deprimió por la detención de su madre y abandonó su tratamiento por tres meses. Los médicos tuvieron que amputarle la pierna para detener la metástasis.

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Claudia, al saber que la enfermedad de su hijo era terminal, le suplicó a La Justicia que le permitieran pasar con Fernando sus últimos días.

Se le otorgó un permiso especial para viajar a su país y el niño murió en paz, teniendo a su querida madre a su lado. El permiso otorgado es por 30 días. Luego deberá volver a Salta y esperar el juicio.

La médico, María Estela Coleoni Suárez, del Instituto Oncológico del Oriente Boliviano, le dijo a Infobae:

"Acaba de caer un gran luchador contra el cáncer, un guerrero valiente".

Claudia contó su historia desde la cárcel: "Lo hice porque estaba desesperada. Yo no tenía recursos. Tuve que hacer esto para poder curar a mi hijito pero todo salió mal y me quedé aquí y mi mamá lo estuvo llevando (al médico) pero se empeoró y le amputaron".

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Recientemente, otro preso también tuvo la oportunidad de despedirse de un ser querido. Una mañana, unos policías del Condado de Sonoma en Santa Rosa, California, escoltaron a un recluso para que visitase a su madre moribunda. Ella se encontraba en un centro de cuidados paliativos. El interno abrazó a su madre por última vez y se despidió de ella.

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