Padres creyeron que su hijo era mudo hasta que una dentista descubre su rara condición
Un niño cuyos padres creían ser mudo fueron al dentista y descubrieron que toda su vida había sido una mentira.
Una familia está feliz de haber visitado a su dentista en Kidstown Dental en Katy, Texas, porque fue una experiencia que le cambió la vida a su hijo de seis años. La dentista descubrió que tenía la lengua anclada, condición también conocida como anquiloglosia.
Durante los primeros cinco años de su vida, a Mason Motz le fue muy difícil comunicarse con su familia. Podía hacer algún sonido, pero le resultaba difícil hablar, a pesar de que le habían dado sesiones de terapia del habla por varios años.
"Dormir siempre era estresante. Él dejaba de respirar. Tenía problemas para comer y tragar”, relató su madre, Meredith Motz, a Inside Edition.
Ella dice que, en cada comida, el niño se ahogaba y, a causa de sus limitaciones, no recibió la nutrición que necesitaba. Sus dientes entonces comenzaron a presentar problemas.
A Motz y a Dalan, su marido, les dijeron que Mason no podía hablar porque tenía el síndrome de Sotos.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., este trastorno se caracteriza por un crecimiento excesivo en la niñez, retraso en el desarrollo de las capacidades mentales y de movimiento, y una apariencia facial distintiva y diferente a la de un niño normal.
La familia entonces visitó varios dentistas que no estaban familiarizados con el tratamiento de niños con necesidades especiales, pero luego Motz llevó a su hijo con la Dra. Amy Luedemann-Lazar, y ella hizo un descubrimiento inesperado.
Mason estaba sedado cuando se dio cuenta de que tenía la lengua anclada.
“Mason no es que era no verbal; él simplemente no podía hablar. Había estado en terapia del habla durante años y nadie había revisado bajo su lengua”, dijo la médica.
Esa condición ocurre aparentemente cuando la lengua tiene un tejido inusualmente corto y grueso por debajo. Es lo que conecta la lengua con el suelo de la boca y evita que se mueva.
La dentista dijo que hay varias señales de que tu hijo puede tener esta condición, como tener problemas con la lactancia, ser quisquilloso con la comida, tener dificultad para hablar, caries inexplicables o problemas para dormir.
Usando un láser, Luedemann-Lazar pudo aflojar el tejido que sujetaba su lengua al piso de su boca y le dio la capacidad de hablar.
El procedimiento tomó aproximadamente tres minutos; fue un cambio de siete horas para Mason.
El procedimiento también mejoró su salud de otras maneras y curó algunos problemas con los que el chico había estado lidiando durante años.
De la noche a la mañana, la mayoría de los problemas que él tenía desaparecieron, e incluso aumentó su rendimiento escolar al sentirse más apto y dormir mejor.
Motz dice que estará "eternamente agradecida" con esa dentista y ahora es una persona que intenta concientizar a los padres sobre la condición que podría estar afectando a sus hijos.
"Si crees que algo está sucediendo, busca un médico que respete tu opinión", dijo la madre.
Es importante destacar que la Anquiloglosia está presente en el nacimiento, y que se da cuando el tejido denominado “frenillo” -que está sujeto en la parte inferior de la lengua- no se contrae del modo esperado. La razón exacta no está clara, pero es posible que esté asociada con la genética.
Estos son los síntomas de la lengua anclada, según el portal Cancer Care of Western New York:
Los síntomas dependen del grado de limitación, pero la fuente indica que la mayoría de los niños con la condición no presentan.
En aquellas personas que sí tienen síntomas, la lengua anclada puede causar algunos problemas funcionales como los siguientes:
- Problemas con la alimentación, como para prenderse del pezón o de la tetilla del biberón durante la lactancia
- Dificultad para limpiar la comida de los dientes o de la boca (más frecuente en niños grandes)
- Dificultad para usar la lengua para lamerse los labios, besar o tomar un cono de helado
- Trastornos del habla.