Hija recibe un sobre blanco roto, dentro del cual encuentra los restos de su padre
El último adiós de una mujer a su padre fallecido fue un completo desastre gracias a un error de la funeraria que realizó el proceso de cremación.
Samantha Chivers, de 51 años, de Conyer en Kent, dio instrucciones claras a la funeraria para distribuir las cenizas de su padre, pero al llegar a casa se llevó la sorpresa más desagradable.
Su padre murió tres semanas después de convertirse en bisabuelo. Chivers perdió a su padre, de 76 años, por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y una infección renal.
"Quería mucho a mi padre, él era mi mundo y no querría que nadie más pasara por eso, no puedo dormir, fue tan horrible".
La familia solicitó a Co-op Funeralcare que distribuyeran las cenizas en tres ataúdes que serían recogidos en el crematorio. Sin embargo, cuando Samantha recibió la caja metió su mano para revisar y terminó con los dedos en las cenizas de su padre.
En la funeraria metieron las cenizas en un sobre roto y luego en la caja. En cuanto fueron notificados enviaron personal a la casa de Chivers para ayudar a distribuir los restos del fallecido.
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"Fue absolutamente horrible saber que se había cometido este error y ahora lo estaban vertiendo en diferentes recipientes en mi casa", comentó afligida.
Co-op Funeralcare ofreció a la familia 50 euros como disculpa para ser donados a una obra benéfica. No obstante, Chivers considera que no es suficiente.
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La funeraria además aclaró que ese era un procedimiento estándar para el crematorio local y sentían no haber cumplido con el requerimiento de la familia cuando ellos lo solicitaron por primera vez.
No siempre las funerarias son fieles a sus protocolos en ocasiones y por causas nobles deciden romper las reglas y permitir que el último adiós de las personas sea hermoso, en paz e inolvidable.
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Sadie es una perrita que perdió a su dueño, pero gracias a la funeraria Elements Cremation, Pre-planning & Burial ella pudo darle el último adiós a su humano más querido.
Sadie había estado en la familia durante 13 años. Fue testigo de cómo su dueño falleció después de sufrir un destino desafortunado, y se negó a alejarse de su lado, incluso después de que los paramédicos llegaron.
La esposa del hombre que murió llevó a su perrita a la funeraria a pesar de que sabía que estaba prohibido. Pero el gesto del personal del lugar le arrebató el corazón.