Hija llama a la policía después de que los padres le piden que vaya a la iglesia

Su padre quería ver si ella estaba interesada en ir a la iglesia. Lo que esta mujer de Carolina del Sur quería era quedarse sola. Su respuesta fue una exagerada reacción.

Según la Oficina del Alguacil del Condado de Union, el incidente comenzó cuando el padre de Fuller fue a su habitación y le preguntó a su hija si "quería ir a la iglesia y tener comunión."

En lugar de aceptar la invitación e ir a la iglesia con sus padres un sábado, Ashley Shanell Fuller llamó al 911.

La mujer de 30 años le dijo a los oficiales que le respondieron que su padres la estaban acosando, según un informe del incidente. Pero no fueron sus padres los que se metieron en problemas.

Los agentes llegaron a la escena después de la llamada y Fuller le dijo a la policía que quería que "hicieran que sus padres salieran de la casa y la dejaran en paz". La policía le

que la petición de su padre de ir a la iglesia no era "hostigamiento".

Los diputados dicen que arrestaron a Fuller después de que ella se “enfadó" y usó “lenguaje grosero” cuando le dijeron que lo que hizo su padre no fue acoso.

Los oficiales informaron que a pesar de sus intentos, no pudieron calmar a Fuller, además el padre aseguró que su hija había estado "actuando de esta manera toda la noche".

La oficina del alguacil informó que no había indicios de que estuviera consumiendo alcohol o drogas.

Fuller fue arrestada y llevada a la cárcel del condado de Union, donde fue acusada de violación de la paz, según el informe del incidente. Fuller salió de la cárcel el domingo por la tarde, de acuerdo con la oficina del alguacil.

En una historia similar, un millennial llamó a la policía a su padre por unos juguetes de Lego. Según Fox News, Rotondo, de 30 años, dijo a los reporteros que su padre no lo dejaría buscar en el sótano el Legos de su hijo de 8 años, por lo que llamó a la policía.

Otra llamada absurda fue la de una mujer que llamó a la policía para informar que un bebé estaba solo en un automóvil y el sol le daba en la cara, pero la madre hispana del niño estaba en el automóvil y con el aire acondicionado encendido.

Darla Jeny y su familia hicieron una parada rápida en un PetSmart en el condado de Riverside, California, y mientras su esposo entraba en la tienda con su hija de 6 años, la madre de 32 años se quedó en el automóvil con su hija de 2 años.

La mayoría de los cibernautas están llamando racista la mujer mayor, afirmando que, si la madre fuera blanca, la conversación probablemente habría sido diferente.