Bebe se tragó una batería y murió luego de que los doctores no le creyeron a la familia
Isabella Rees murió en febrero de 2015 a los 14 meses de edad. Falleció en el hospital luego de haberse tragado una batería CR tipo "botón", pero nadie le creyó a la familia.
Los padres de la pequeña Isabella Rees, quien falleció en 2015 tras tragarse una batería, ahora van a asistir a una audiencia forense en los tribunales de Victoria, Australia, para investigar sus últimos días de vida, y su muerte.
La madre de Isabella, Allison Rees, le dijo a la audiencia que ella y su marido, Robert, habían llevado a la pequeña al Sunshine Hospital de Melbourne luego de que notaron que algo andaba mal. Fueron un total de tres veces en dos semanas.
Los padres estaban preocupados porque tenía algo alojado en la garganta. Fueron por primera vez a emergencias el 16 de enero de 2015.
Robert reveló que había visto a la bebé sosteniendo una batería en el hogar de la familia en Taylor's Hill.
Durante una visita, el personal médico llegó a preguntarles si era posible que ella se hubiese tragado algo. Sin embargo, un doctor le informó a Allison que era "imposible" que se hubiese tragado la batería, y que lo que sea que estuviese alojado en su garganta estaba "de paso".
La pequeña Isabella sufría de heces ennegrecidas, fiebre, coágulos, y además estaba vomitando sangre. Su madre llevó sus pañales sucios, coágulos de sangre hallados en su cuna, y fotos, tratando de presentar su evidencia ante el hospital.
Sin embargo, el hospital seguía sin tomarle la palabra, según revela Allison. "Porque cada vez que volvimos con evidencia... simplemente nos ignoraban y echaban. Se sentía como si fuéramos hipocondríacos".
A la bebé Isabella le negaron la posibilidad de recibir ultrasonidos o radiografías. En la investigación, la forense Caitlin English intenta determinar si el hospital le dio a la niña un nivel apropiado de atención.
English también desea determinar cuándo se tragó la niña la batería. La batería es un misterio para los Rees, ya que no saben de dónde salió, y ningún aparato en su hogar tiene baterías faltantes.
Allison dijo que la familia no está segura de cómo terminó en contacto la bebita con el objeto, o de si la batería, un modelo CR tipo botón, vino de algún aparato en su hogar.
Allison reveló que la razón por la cual quería que el caso fuese investigado no era para adjudicarle la culpa a nadie, sino para poder educar más a la gente sobre los riesgos de dejar baterías cerca de bebés. La investigación se espera que incluya 17 testigos, entre familia, expertos y personal médico del Sunshine Hospital.
La salud de los niños es un tema profundamente alarmante, y que puede cambiar en cualquier momento. Recientemente, una niña en el sur de la Florida vivió una aterradora experiencia que casi le cuesta la vida.
Buscando refugio del calor, la familia estaba relajándose jugando en el agua durante un soleado día de verano, cuando la pequeña tragó un montón del agua y al poco tiempo, vomitó. Pensaron que eso sería todo, pero luego comenzó a tener fiebre, y de ahí en adelante, todo fue cuesta abajo.