Enfermera dona su vestido de novia sin usar a una desconocida con cáncer de mama
Luego de cancelar su boda, una mujer decide regalarle su vestido a una paciente que llegó a inspirarle con su historia.
Algunas veces los pequeños actos de generosidad pueden convertirse en algo que puede significar mucho para esa otra persona, por muy insignificante o muy elaborado que lo veamos, la intención primeramente es lo que cuenta.
Y fue el caso de una enfermera del área de oncología, quien decidió donar su vestido de casi $2,000 para alguien que lo necesitara.
La afortunada fue una mujer de 30 años que fue paciente del hospital al padecer cáncer de mamá.
COMO CONVERTIR EL DOLOR EN AMOR
Jessica Leja es una enfermera cuya boda con su anterior pareja, se vió cancelada. Entre las cosas que fueron compradas para la ocasión, estaba su vestido de novia, diseño de Stella York, con un valor de $1,800.
En vez de venderlo para sacarle algún provecho económico, decidió regalarlo para cambiar cualquier perspectiva triste que tenía, a una positiva y que realmente beneficiara a otra persona. La historia incluso fue publicada en distintos periódicos y en redes sociales para regar la voz.
ELECCIÓN ESPECIAL
Cientos de mensajes recibió Jessica, de cientos de personas interesadas en el vestido. Pero fue una mujer llamada Toni Roberts quien llamó su atención.
"Cada palabra de tu historia tocó mi corazón. Las lágrimas corrían por mi cara, lo supe desde el principio. A los 30 años de edad, el Cáncer se coló. Pero nada puede detenerte, esta lucha la vas a ganar.” Fue el poema que le envió Jessica a Toni al momento de contactarse.
Procedieron a comunicarse a través de Skype para hablar del vestido, pero también de sus historias personales. Toni es una madre de 31 años que vive en Tennessee que padece de cáncer de mamá y se encuentra en tratamiento.
“Toni me envió fotos, me contó su historia. Tengo la piel de gallina. Estaba llorando,” agregó Jessica.
Roberts ha sido sometida a 6 rondas de quimioterapia y una cirugía, teniendo que pasar momentos difíciles con la enfermedad, pero aun sigue tratando ser un ejemplo de positivismo y perseverancia para su familia, especialmente su hijo.
"Pensé que era tan dulce que Jessica pudiera tomar una situación desafortunada (como la cancelación de una boda) y darle la vuelta y hacerla feliz para otra persona", dijo Toni.
ACTO DE BONDAD
En una historia similar, Kay Plozizka, otra enfermera con un gran corazón se sentía afortunada de tener buena salud, pero al ver que un de los pacientes del área de diálisis, Joe Cline, se encontraba en grave estado y necesitaba un transplante, ella no dudó en donarle el uno de sus riñones.
La única condición para el donante fue que se comprometa a tener un régimen de medicamentos de por vida para estar en control.
Joe admitió que sentía la necesidad de seguir con vida y luchando por su nieto de solo 5 años llamado Hunter. La cirugía fue un éxito y ambos se encuentran estables.