Constantes risitas de bebé eran de hecho un tumor cerebral que provocaba risa convulsiva
Algo fuera de lo común le cambió Ed y a Gemma Young cuando su bebé comenzó a tener una risa incontrolable, que duraba hasta 17 horas diarias.
Generalmente las risas de bebé son sumamente adorables y signo de buena salud, pero un extraño caso en Somerset, Inglaterra sorprendió a todos.
Todo iba bien con el pequeño Jack Young, cuando repentinamente todo cambió por “ataques de felicidad” de 17 horas o más, reseñó Daily Mail.
Síndromes o ataques que no son comunes se están haciendo evidentes. Algo que parece normal termina convirtiéndose en algo que puede dejar secuelas de por vida.
LAS CONVULSIONES QUE LOS MANTUVIERON EN VILO
Cuando Jack empezó a tener convulsiones de risa interminable sus progenitores pensaron que era una felicidad extrema, lo que no imaginaron es que eran consecuencia de un tumor cerebral.
Gemma y Ed, padres del pequeño Jack, se preocuparon cuando las constantes risitas de su bebé entorpecieron su sueño, pues pasaron noches enteras intentando calmar las risas del chiquitín.
Los nativos de Winscombe, North Somerset, no se explicaban qué pasaba para que su bebé se mantuviera despierto por tantas horas riendo.
UN TUMOR QUE LO MANTENÍA "FELIZ"
Ni Jack, ni sus padres se imaginaron que las convulsiones constantes de risa se debían a un tumor benigno en su pequeño cerebro.
Los médicos después de realizarle varios estudios determinaron que era un tumor llamado Hamartoma Hipotalámico.
Los ataques de risa son llamados ataques epilépticos “gelastic”. Este tipo de tumores afecta a una de cada 200 mil personas.
NEGADA A UNA REALIDAD EVIDENTE
La progenitora del pequeño no se percataba de la situación, incluso otra madre notó que había algo malo en Jack.
"Me sentí muy mal de que otra mujer lo notara en mi bebé, y como madre, debí haber sido yo quien se dio cuenta", relató Gemma., madre de niño de nueve años, producto de otra relación.
Al notar esto llevaron al pequeño con su doctor de cabeza que los remitió con un especialista de oído, garganta y nariz. El galeno al notar que el problema podía ser neurológico le recomendó otro especialista que dio el diagnóstico al realizar una resonancia magnética.
APODERADOS POR EL TERROR
La condición que padecía el pequeño Jack causaba convulsiones, problemas de comportamiento, apagones y pérdida de la memoria.
"No tenía idea de lo que podía estar mal con Jack, pero estaba aterrorizada de que nunca se detuviera", agregó la madre.
UNA OPERACIÓN QUE TERMINÓ CON UN FINAL FELIZ
Diez fueron las horas que duró la operación del pequeño Jack. Actualmente el pequeño de cuatro años ríe con normalidad.
Ed y Gemma están tranquilos porque su niño está muy bien. En una fotografía se ve a la familia sonreír por la dicha de haber erradicado el tumor en el pequeñín.
Dos años pasaron para poder operar al nene que se desarrollo de manera increíble, pero con una risa que no se agotaba.
“Es un chiquillo tan descarado, con un gran sentido del humor, que sale con frases de una línea que nos hacen reír a todos”, destacó jocosamente la madre.
UNA CAUSA NOBLE QUE MUEVE MASAS
Una jovencita padece la misma condición de Jack Young, tuvo compañeros de clases y de otros grados que hicieron una recaudación que le permitirá someterse a una cirugía para extirpar el tumor benigno.
Los alumnos de una escuela de gramática recaudaron un total de 20 mil euros para enviar a Hollie Massey a Estados Unidos para la operación. El diagnóstico lo realizaron en junio pasado y en Reino Unido no está disponible realizar la operación, publicó Belfastlive.
"Esperamos que estas £ 21,000 no solo ayuden al viaje de Hollie a los Estados para someterse a una cirugía, sino que también le muestran lo mucho que la cuidan todos en Strathearn", manifestó Anna Corbett, directora de la escuela.
900 alumnos en total hicieron la recolecta y entregaron el cheque a sus padres, quienes realizaron la campaña.