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Decenas de personas sin hogar duermen en la calle tras colapso de refugios municipales

Valeria Garvett
09 ene 2019
23:30

Hombres de todas las nacionalidades forman parte de los sintecho de Atocha, Madrid, que buscan cobijo en los Servicios Sociales del Ayuntamiento durante la Campaña contra el Frío.

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El fuerte frío –de hasta -6°C– que se dará a partir de hoy, jueves, ha dificultado la situación de aquellos que viven en la calle. Por ejemplo, el Samur Social está completamente saturado, y no cuenta con medios técnicos ni humanos para poder encargarse de todos los sintecho.

Estadísticamente hablando, de 2.200 personas que no tienen hogar en Madrid, 1.623 se atienden en la red de albergues de Madrid, destinados para su uso en las épocas frías.

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El albergue municipal del Pozo del Tío Raimundo, con 140 plazas, está destinado a hombres exclusivamente. Con la tarjeta del Samur Social se les garantiza cobijo durante siete días.

En ocasiones, quienes quedan por fuera son trasladados a otros centros, con la esperanza de que sí puedan dormir bajo techo esa noche. Muchos quedan en la calle pese a los esfuerzos de las institución.

El ayuntamiento está tan saturado que actualmente existen dos centros externos a la red de control que no están acondicionados, más acogen a familias que tienen a menores pendientes de asilo. No son como los sintecho comunes.

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“… Pero no se pueden mezclar con los demás sintecho. El objetivo no es que solo pasen la noche al abrigo, sino hacer con ellos una intervención para que se integren en la sociedad como cualquier familia y que los niños puedan ir al colegio”, cuentan fuentes oficiales a ABC.

Imagen tomada de:  Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

“Estamos desbordados, hacemos lo que podemos, pero no tenemos recursos suficientes. Mejor aquí que en la calle”, afirman desde el ayuntamiento.

Se dice que en menos de una semana se inaugurará otro centro en Vallecas, y se espera que alivie la situación de congestión que existe actualmente con las personas sin hogar. Ahí se albergarán familias solicitantes de asilo y también algunos desahuciados.

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¿Y LOS INDIGENTES?

Algunos prefieren no ser ayudados, y vivir de donaciones. También son muchos. ABC cuenta que cada noche llegan a cifrarse más de 80 indigentes en la Plaza Mayor y la de las Provincia.

Por ejemplo, el señor Antonio Granadino a veces sueña con dejar la calle pero, por ahora, no está en sus planes:

Imagen tomada de:  Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

“Tener un sueldo y un trabajo significa empezar a pagar, pagar y pagar. Eso no es vida. Estoy contra el sistema”, relata.

Pero hay otros que no ven como su situación podría mejorar.

Eduardo Carlos, biólogo en Perú, se fue a España por deseos de su esposa, pero terminaron en la calle, sin empadronamiento ni asilo: “Yo no existo en Madrid. Soy un fantasma”.

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