Abogado grosero insulta a la azafata en el avión

La venganza es un plato que se sirve mejor frío: en este caso, con mantequilla de ajo y pepinillos al lado.

La mayoría de los chistes llevan un indicio de verdad, principalmente, eso es lo que los hace graciosos, y esta historia de una dulce azafata que obtiene lo mejor de un abogado arrogante y exitoso es hilarante.

Pero la historia a continuación te dejará pasmado, pues el hombre sobrepasó cualquier límite al querer priorizar unos cangrejos congelados.

UNA AMISTOSA AZAFATA Y UN ABOGADO GROSERO

Un abogado abordó un avión en Nueva Orleans con una caja de cangrejos congelados y le pidió a una azafata que los cuidara, lo que no sabía es que en inglés, cangrejo y ladillas comparten la misma palabra.

La azafata sonrió, tomó la caja de cangrejos y dijo: “No hay problema, señor, la pondremos en el congelador de la tripulación”.

LA AMENAZA

El hombre levantó un dedo hacia ella y le dijo: “Oh, ahora dices ‘no hay problema’, pero espero que en realidad te hagas responsable, responsable de mantener esta caja congelada e intacta. Soy abogado en una gran firma, y ​​si esta caja se descongela un poco, haré de tu vida un infierno. Así que no me diga ‘no hay problema’, si pasa algo, usted será quien tenga un problema, no yo”.

No hace falta decir que la azafata estaba molesta por su actitud, pero ella solo asintió y cargó la caja hacia el congelador del avión, consciente de cual sería su próxima movida.

LA VENGANZA

Poco antes de aterrizar en Nueva York, usó el intercomunicador para anunciar a toda la cabina que tenía una caja de cangrejos o crabs (ladillas en inglés) en su poder.

“Atención a los pasajeros, estamos a punto de aterrizar. Pero primero, el hombre que me dio las ladillas en Nueva Orleans, por favor levante la mano”, dijo la mujer.

Nadie levantó la mano... así que la astuta azafata se llevó los cangrejos a casa y se los comió regocijándose en su dulce y sencilla venganza.

BESARSE MEJOR

En otro hilarante chiste, una pareja decidió que necesitaba un consejero matrimonial después de 20 años de matrimonio. El consejero le pregunta a la pareja:

“¿Cuál es el problema?” La esposa se lanza a una diatriba, enumerando todos los problemas que han tenido en los 20 años que llevan casados. Ella sigue y sigue y sigue.Finalmente, el consejero se levanta, camina alrededor del escritorio, abraza a la esposa y la besa apasionadamente. La mujer se calla y se sienta tranquilamente aturdida.

El consejero se dirige al marido y le dice:

“Esto es lo que tu esposa necesita al menos tres veces a la semana. ¿Puedes hacer esto?”Por un momento, el marido parece perdido en sus pensamientos. Entonces él finalmente responde:“Bueno, puedo dejarla aquí los lunes y miércoles, pero los viernes me voy a pescar”.

Si estos chistes te gustaron, seguro querrás saber más de un carnicero que se llevó la sorpresa de su vida cuando su ex le tira una bomba de realidad.