Cada día por 32 años un enfermero de Salta hace caminata de 5 horas para ayudar a la gente
Durante sus más de tres décadas de experiencia profesional, Teófilo tuvo que asistir varios partos en la precariedad que existe en esas latitudes.
Todas las mañanas desde hace 32 años, Teófilo Cari, quien está próximo a cumplir 65 años y jubilarse, sale de su casa de adobe y techo de caña y paja ubicada en la localidad salteña de paraje Capilla.
Tras despedirse de sus perritos Palala y China, emprende una caminata de cinco horas entre los cerros de la puna para ir a trabajar en una pequeña salita en el pueblo de Las Mesadas.
En esta zona es imposible transitar en auto, incluso, incluso para Teófilo es difícil moverse en caballo, pues sufre una patología.
“Antes éramos muchos más. Todos los que van saliendo de la escuela ya no vuelven", indicó Cari.
RESEÑA DE SU HISTORIA
La semana pasada, Teófilo tuvo que realizar un viaje para visitar a su esposa que se encuentra en tratamiento médico.
Para esto tuvo que caminar en rumbo opuesto al habitual durante unas 10 horas hasta Santa Rosa de Tastil, para luego trasladarse hacia Campo Quijano en un vehículo que lo fue a buscar.
Durante este viaje, aprovechó de visitar los estudios de Radio Salta, tras ser invitado por el locutor Leonardo Tejerina para que cuente parte de su historia.
Allí se lamentó diciendo que en su localidad la población se ha reducido mucho. "Cada vez somos menos", resaltó.
TIERRAS DE DIFÍCIL ACCESO
Como ejemplo, está el caso de sus hijos, que tuvieron que emigrar a pueblos aledaños en busca de una mejor vida, debido al difícil acceso. En esas tierras, las distancias no se miden en kilómetros sino en horas.
"Entre Capilla y Mesadas quedamos unas 65 personas, la mayoría son gente de edad. Antes éramos muchos más. Todos los que van saliendo de la escuela ya no vuelven", indicó.
Durante sus más de tres décadas de experiencia profesional, Teófilo tuvo que asistir varios partos en la precariedad que existe en esas latitudes.
Este enfermero también contó que el modo de vida de las personas que aún quedan en su pueblo es muy similar al que él conoció cuando era niño.
Aseguró que "la gente sigue con sus sembradíos, ganados y tejidos. Siembran habas, papas, hacen queso y luego lo llevan para Payogasta a cambio de mercadería".
COMUNICACIÓN EN SU LOCALIDAD
Según relatan sus pobladores, las baterías se consideran un insumo fundamental en la Quebrada del Toro.
En estos parajes, el único “contacto” que existe con las ciudades es la radio, y prácticamente lo único que se puede sintonizar es la amplitud modulada 840 de Radio Salta.
No hay señal de telefonía celular y tampoco casi lugares con internet. Debido a esto, los pobladores de la quebrada reciben mensajes de sus familiares por intermedio de la radio, a la cual llaman para que los transmitan los locutores.
BONDAD DE UN HOMBRE
Lo cierto es que la historia de este bondadoso hombre, que ha caminado durante horas diariamente durante 32 años para ayudar a atender la salud de los habitantes de este remoto pueblo, ha conmovido los corazones de muchos.
Su valiosa historia nos recuerda la de otro hombre, que también tiene un gran corazón.
César siempre quiso cambiar el mundo. A sus 74 años dio amparo a dos refugiados que habían huido de Siria y Senegal, y puedes conocer su historia aquí.