La asesina del niño de 8 años Gabriel Cruz actuó con "frialdad estremecedora", según abogados

Los abogados que representan la causa del pequeño Gabriel Cruz describieron las acciones de su asesina como "frialdad estremecedora", en un documento acusatorio revelado por la prensa.

Ana Julia Quezada exhibió una "frialdad estremecedora" el 27 de febrero de 2017, cuando terminó con la vida de Gabriel Cruz. Así describe los hechos una acusación presentada por los abogados que representan a Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del niño. Quezada era pareja de Ángel Cruz cuando asesinó a su hijo de 8 años.

El documento detalla cómo el niño se quedó en casa de su abuela paterna durante el fin de semana largo por el Día de Andalucía. En la residencia de Las Hortichuelas Bajas, en Níjar (Almería), el pequeño estaba acompañado por su padre, pero Ángel ese fatídico día no estaba presente por motivos de trabajo.

El documento además detalla que Gabriel, luego de comer, salió a la calle e "inmediatamente después salió la acusada quien, en ejecución de un plan preconcebido para acabar con la vida de Gabriel y so pretexto de que lo acompañara a una casa que estaban arreglando en Rodalquilar, lo subió en el coche y se trasladaron hasta la misma".

En esta segunda locación, "un paraje desértico y apartado del núcleo urbano", la asesina comenzó a "golpearlo reiteradamente, con violencia y con un objeto contundente". El niño entonces habría quedado "aturdido por la violencia de los golpes y por la superioridad física de la acusada", pero "aún en ese estado, podría haber sido reanimado de haberse solicitado asistencia médica".

Entonces, Quezada, al ver que Cruz "seguía respirando", cubrió sus vías respiratorios hasta matarlo. Todo ocurrió en un espacio de entre 45 y 90 minutos, según los abogados.

Entonces procedió a cavar una tumba frente a la vivienda, donde enterró al niño desnudo, arrojando su ropa días después en el barrio Retamar de Almería. Luego de que Ángel la llamara para decirle que Gabriel no aparecía, se devolvió a la casa de la abuela.

Lo más cruel de toda la historia es quizás lo que hizo después, al insertarse en una búsqueda junto a "miles de voluntarios"; donde deliberadamente generó "falsas expectativas", gritando constantemente cosas como "hoy lo vamos a encontrar, hoy va a aparecer. Le vamos a dar Coca Cola'".

Ya el 3 de marzo, queriendo ocultar su crimen, Quezada tuvo la "intención de distraer la atención de los investigadores y la de añadir más sufrimiento a los padres", por lo que plantó una camiseta de Gabriel en una zona que ya había sido registrada por rastros del pequeño. 6 días después, en una masiva manifestación en la capital, "no dejaba de proclamar que el menor iba a aparecer".

El 11 de marzo, según el documento, volvió a Rodalquilar para desenterrar al niño, y fue detenida con el cadáver en el maletero del auto. El documento revela que los padres de Gabriel sufren hoy de estrés postraumático por las circunstancias de la trágica muerte.

La Fiscalía ha solicitado prisión permanente revisable para Quezada por asesinato, tres años de cárcel por lesiones psíquicas a la madre, cinco años por lesiones psíquicas a el padre, y 4 años por 2 delitos de integridad moral, además de medio millón de euros en compensaciones.

Recientemente, la madre de Gabriel Cruz envió sus condolencias a la familia de Julen.

Patricia Ramírez, la madre del pequeño Gabriel Cruz Ramírez, ha enviado sus condolencias a la familia de Julen a través de las redes sociales después de conocerse el desenlace del rescate en Totalán, donde el niño de dos años fue hallado sin vida después de que cayera en un pozo el domingo 13 de enero.