Las fotos íntimas de Rebecca Jones que muestran su emocional batalla contra el cáncer

Recordando cuando la actriz Rebecca Jones compartió una conmovedora foto de cómo comenzó su lucha contra el cáncer a principios de 2018.

“Ese día me prometí sobrevivir”, escribió la artista entre sus conmovedoras líneas llenas de esperanza y fuerza, bajo una representativa imagen del día en que reflexionó y se prometió no rendirse ante su enfermedad.

En marzo de 2019, Jones acudió a su cuenta de Instagram para recordar ese crucial momento en el que, luego de ser diagnosticada con cáncer de ovario, se debió afeitar la cabeza para dar pie a sus tratamientos.

El día en que se despidió de su imponente cabellera marcó un antes y un después en lo que el cáncer sería para ella, algo que ella vencería, un proceso que Jones comenzaría sin perder la fe y la fuerza. Mírala:

Tras varios meses llenos de dolor y aprendizajes, la actriz de 61 años venció la enfermedad, algo que ella se había propuesto desde el momento del diagnóstico.

“28 de febrero de 2018. Estas fotos me las tomé ese día en que mi amado estilista @pupy.estilista vino a casa a raparme. Un acto de amor de su parte y uno que para mí que significó el inicio de una lucha sin cuartel, un largo viaje de dolor, pero también de mucho aprendizaje. Ese día me prometí sobrevivir. Porque el que lucha siempre puede equivocarse, el que no, ya está equivocado”, expresó el pie de foto.

Fue exactamente el 29 de enero de 2018 que Jones fue diagnóstica tras meses de presentar síntomas y de recibir diagnósticos erróneos por parte de diversos médicos.

Pero como ella ha expresado, supo afrontar la voluntad de Dios, dejar de llorar, perdonar a quienes no supieron dar con su enfermedad, y empezar su lucha física y mental para no permitir dejarse vencer.

“’Errar es humano, perdonar, divino.’ Alexander Pope. Hoy 29 de enero, hace un año, terminó por fin la incertidumbre sobre mi salud. Fui diagnosticada con un cáncer de ovario en etapa 3B, después de meses de ir al médico recibiendo diagnósticos erróneos”, comenzó expresando la publicación.

“Nadie, ni los médicos, son infalibles. Mi vida cambió radicalmente como cambia para quienes viven una experiencia similar. Pero después del enojo y preguntarme por qué las cosas malas suceden a las personas que aparentemente hacemos el bien, entendí que debía haber una razón poderosa por lo que eso me estaba sucediendo y elegí dejar de llorar y lamentarme para comenzar la lucha por recuperar mi salud”, continuó.

“Mi labor fundamental se volvió sobrevivir. Y contra todo pronóstico irresponsable de parte de algunos médicos y de comentarios hirientes y mal informados de la prensa sensacionalista sobre mi ‘expectativa de vida’, me enfrenté a 8 durísimas quimioterapias y logré vencer el cáncer desde la 4ta sesión. Mi energía se centró en perdonar, en informarme y en cuidar mi cuerpo y mi espíritu. Siempre de la mano de Dios. Así es cómo aprendí a bailar bajo la lluvia. Porque, me pregunto, ¿cuánto dura la vida?”

Para finalizar su post, escribió, “hoy tengo la certeza que nadie muere antes de tiempo”.

Poco después de ganar la batalla regresó a trabajar y a hacer lo que más le gusta. Su vida ha cambiado y, sin duda, ha aprendido a valorar cada pequeño detalle de la vida.

EL DIAGNÓSTICO

Antes de ser diagnosticada con cáncer, su doctor de toda la vida había desestimado su estado de salud y sus malestares, creyendo que su síntoma, una fuerte inflación abdominal, se debía a una colitis nerviosa.

No obstante, al pasar los meses y no sentir mejoría con el tratamiento asignado, fue a un gastroenterólogo para someterse a estudios.

"Fue hasta que me hicieron una colonoscopia, ahí se dieron cuenta que no era nada del colón y fue ahí que se dieron cuenta que todo lo que tenía en el vientre era líquido", relató Rebecca a Ventaneando.

Se trataba de líquido epitelial, que es una substancia que libera el epitelio y es un claro signo de cáncer. Jones había presentado esta hinchazón y esta acumulación de líquido los tres meses anteriores.

Hace meses, Rebecca incluso afirmó que había recibido muchas cosas buenas en su vida y que estaba en paz con lo que Dios quisiera para ella, fuese vivir o morir. Hasta junio de 2019, Rebecca seguía en tratamiento. Puedes leer más de sus declaraciones aquí.