Abuela de 85 años que no puede caminar hace paracaidismo para lidiar con el dolor
La octogenaria descubrió que practicando esta disciplina extrema es la única forma de no sentir las grandes molestias generadas por su enfermedad. Su lema es "la edad no es nada, la actitud lo es todo".
Aunque parezca increíble, Glen Mills, de 85 años edad, es una abuelita que desde hace 50 años sufre de Esclerosis Múltiple (EM), pero eso no la detiene para probar algunos deportes extremos que la hacen olvidar el dolor causado por la fuerte enfermedad.
Su condición fue descubierta cuando estaba por llegar a la década de los 30, pero ella no ha querido darse por vencida, por lo que un día decidió hacerle caso a una de sus hijas y se dirigió centro de paracaidismo bajo techo iFly de Manchester, para probar esta disciplina.
Glen Mills y su esposo Brian llegando al centro de paracaidismo bajo techo iFly de Manchester. | Foto: YouTube / Caters Clips
Desde ese día, la octogenaria que tiene que vivir en una silla de ruedas desde hace varios años no deja de ir al menos una vez por semana a realizar la actividad que la llena de adrenalina.
Y es que ella explica que practicando el paracaidismo es la única manera en la que deja de sentir el dolor que le provoca la EM, ya que cuando está volando, es como si no pesara nada, lo que logra que su sufrimiento desaparezca por completo, aunque sean solo unos minutos.
Glen Mills en su silla de ruedas. | Foto: YouTube / Caters Clips
“Sentí que era completamente libre, era casi como un estado de euforia. Sentí que podría haber volado fuera de allí y todo el camino a casa. No tienes que sufrir cuando estás ahí. Puedo hacer cosas en el túnel que nunca pensé que podría hacer", explicó.
La vida de esta abuelita ha sido muy difícil por el hecho de tener que vivir con esta condición, pero eso no ha sido impedimento para que ella y su esposo disfruten de sus dos hijas, Sian y Anna, y de sus seis nietos.
Glen Mills practicando paracaidismo bajo techo (Foto: YouTube / Caters Clips)
La familia explicó que no han dejado que la enfermedad sea el centro de atención ni los limite en ningún sentido, así que solo prefieren reírse de la esclerosis de Mills.
Tantas han sido las ganas de la abuelita de seguir disfrutando su vida que incluso ha sido invitada a bucear en las sucursales de París y Abu Dhabi y ya ha completado inmersiones en Praga y Polonia.
Lo más sorprendente de todo, es que estos no son los únicos deportes extremos que le gusta practicar a la octogenaria, quien ha completado un cable zip de 100 mph en Gales y ha volado cientos de pies en el aire por encima Fort Langley, en Canadá, en un avión ala delta.
Cuando Mills no está haciendo paracaídas, se ve obligada a moverse en una silla de ruedas, pero su esposo Brian, su “línea de vida”, la ayuda en todo lo que ella necesita.
Glen vive según su lema "la edad no es nada, la actitud lo es todo", pero aún recuerda cuando recibió la terrible noticia de su enfermedad que es una condición de por vida que afecta la visión, la movilidad y los niveles de energía de una persona. Aun así, no se deja afectar.
Otra ancianita que permanece involucrada con un deporte para vivir enérgicamente es Elizabeth Zanin, quien de hecho dirige una rutina de ejercicios para otras tres personas de la tercera edad.
Elizabeth Zanin en una clase. | Foto: YouTube/Home News
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