Padres de Málaga necesitan ir al colegio a diario para ayudar a su hija con parálisis cerebral

Los niños con necesidades no solo requieren a sus padres en casa, sino que a veces se deben trasladar con ellos a la escuela.

Los representantes que tienen a niños en el Colegio Clara Campoamor en Málaga, van constantemente a clase con sus hijos, debido a las ausencias de los docentes y nadie hace algo para evitar que los padres falten al trabajo para quedarse con sus pequeños.

Los padres de Vega, una niña de seis años con parálisis cerebral, denunciaron en la plataforma change.org que la "educación inclusiva" que recibe su hija es una “vergüenza".

Precisó que cada vez que la profesora no acude a trabajar, los padres también deben faltar a sus puestos de trabajo y eso se ha convertido en un problema para ellos.

“Mi hija tiene sus facultades motoras muy poco desarrolladas debido a su parálisis, por lo que necesita una persona que la ayude a ir al baño, a desayunar, a cambiarla de clase, de silla, ponerla en andador en educación física y recreo”, señaló el padre de la menor, Pablo de la Cruz.

"Esta persona es el monitor o profesional técnico en integración social (PTIS) y solo hay un monitor en todo el colegio para atender a 17 niños con necesidades especiales”.

Por tal motivo, explicó que todos esos niños dependen de ese monitor y que se hace indispensable para ellos.

SIN PADRES NO HAY PASEO

El padre de Vega indicó que en caso de que los niños tengan un paseo "o vamos los padres o ella no puede ir”.

Pero los problemas no terminan ahí, pues de acuerdo a la denuncia de los padres, se suma la delicada situación que “cuando el monitor enferma o no asiste al trabajo, todos los padres cuyos hijos tienen necesidades especiales, tenemos que dejar nuestros trabajos para asistir al colegio a atender a nuestros hijos, porque no existe un refuerzo o sustituto para el monitor”.

“Si el monitor se ausenta durante una semana, pues una semana que tenemos que estar yendo al colegio unas cuantas veces al día (...) lleva una semana de baja, que se puede prolongar a más de un mes.”

SIN NINGUNA ACTIVIDAD

La falta de monitor ha hecho que Vega esté todo el día en una sola posición, sentada en su carro, por lo que se preguntan si eso es inclusión.

“¿De verdad llamáis a esto integración?, ¿No es nuestra vida bastante complicada ya como para encima tener que dejar el trabajo para asistir a nuestros hijos en el colegio?”, reclamó De la Cruz.

UN DERECHO IGNORADO

“La escuela inclusiva promueve la igualdad de derechos para todos. ¿No tiene mi hija derecho a la educación? Sus limitaciones físicas y poca autonomía ya le impiden realizar muchas actividades, que el resto de niños realizan en el colegio, y que podría corregirse si hubiera personal disponible en ciertos momentos para integrase con el resto de su clase.”

Para el padre de Vega, una verdadera integración por parte de la administración, incluye atención, motivación, integración y avance en el aprendizaje, pero su hija no recibe eso.

Sin embargo, el padre dice: "ni siquiera estamos solicitando eso, solo pedimos que, al menos, sus necesidades básicas como cambiarla de ubicación e ir al baño estén cubiertas diariamente”.

El documento en la plataforma donde se hizo la denuncia superó las 4.237 firmas y va en aumento, una solicitud que pretende, apelando a la vía del apoyo social, que “los pequeños estén bien atendidos y los padres podamos, al menos, trabajar sin problemas”.

El caso fue expuesto ante la Consejería de Educación en donde les dijeron a los padres de Vega que "van a contratar a otro monitor para el colegio hasta final de curso, de modo que cuando se reincorpore el que está de baja habrá dos monitores de forma permanente, que es lo que realmente necesita el centro debido al elevado número de niños con necesidades especiales que tienen".

En esta otra noticia sobre maestras, a esta docente en Florida la despidieron por negarse a darle a sus estudiantes 50% de los créditos de su asignatura sin haber realizado las labores que ella exigía.