"Su amor por él es genuino": veterano de 95 años con demencia encuentra un alma gemela de 3 años
Etta y Stanley demostraron que se pueden crear lazos irrompibles en situaciones inimaginables. Para ellos la amistad realmente no tiene edad.
Laurie Morse, madre de Etta Morse, de 3 años, llevó a su hija a una clase de música en las instalaciones de Avita of Wells donde vive Stanley Rotman, un veterano de guerra, de 95 años.
El centro de asistencia se enfoca en la atención del Alzheimer y la demencia. En las clases de música hay muchos niños y adultos mayores, pero según la madre de Etta, su hija y Stanley hicieron click desde el primer momento.
NACE UNA INUSUAL AMISTAD
Su amistad empezó el día que Etta estaba repartiendo los instrumentos musicales a los abuelos. Ella decidió dárselos todos a Rotman y desde entonces son mejores amigos.
Etta y su madre siguieron visitando a Rotman fuera de las clases. En sus encuentros ellos juegan Candyland y con camiones de juguete. Además, Etta arma rompecabezas en la mesa y Stanley "está contento de sentarse junto a ella y mirarla".
UNA AMISTAD QUE INSPIRE A OTROS
De acuerdo con Laurie, el ex marine se ilumina cada vez que ve a la pequeña. Ellos comparte bocadillos y chocolates durantes sus visitas.
"Algunas personas que los han visto juntos dicen que son almas gemelas. Creo que puede haber algo de eso", comentó Laurie.
Y añadió que espera que la historia de su hija y Stanley inspire a otras personas e instituciones para desarrollar actividades de este tipo.
La conexión entre los niños y los ancianos puede llegar a niveles insospechados. Algunos los mueve la amistad como a Etta y Stanley, mientras otros tienen lazos familiares que los llevan a arriesgar hasta su vida por el otro.
"Algunas personas que los han visto juntos dicen que son almas gemelas. Creo que puede haber algo de eso."
se fue el caso de un abuelo de Callahan, Florida, Estados Unidos, quien protegió a su nieto sufriendo una mordida de serpiente por él, informó Fox4.
ABUELO VALIENTE
El niño, Shelton Dawkins, estaba recogiendo bayas cuando notó la serpiente de cascabel enana. Estuvo a punto de ser mordido, pero unas palabras llamaron la atención de su abuelo.
"Poppa, serpiente. Poppa, serpiente”, contó a News4Jax el padre del pequeño, Thatcher Dawkins, que dijo su hijo cuando vio a la culebra. Lo que pasó después es todo un acto heróico y milagroso.