Hombre se casa con el amor de su vida tres días antes de morir de cirrosis avanzada
Raúl "Lalín" Andrade y Belinda Montoya contrajeron matrimonio el pasado sábado 6 de abril, cumpliendo así el último deseo de Andrade, paciente terminal de cirrosis.
Luego de 13 años de relación y dos hijos en común, Raúl Andrade y Belinda Montoya finalmente llegaron al altar el pasado sábado 6 de abril. Sin embargo, no era una boda común y corriente: se trataba del último deseo de Andrade, terminalmente enfermo de cirrosis.
Andrade necesitaría un trasplante de hígado para sobrevivir, pero según reveló a Univisión, el personal médico le informó que no califica para recibir un trasplante, por lo cual no hay nada que puedan hacer por él.
"Siempre quisimos hacerlo, mas nunca pensé que fuera de esta manera", contó la recién enviudada Montoya al mismo medio. "Esos últmos días fueron muy felices. Él estuvo contento porque mucha familia lo acompañó en su fiesta. Eso era lo que a él le gustaba, compartir con sus seres queridos".
Solamente un trasplante de hígado podía salvar la vida de Andrade, pero su condición de inmigrante lo hizo imposible. De hecho, sus doctores le preguntaron si no deseaba más bien volver a su país natal para vivir sus últimos días.
"Pues me dijo realmente que me daban una semanas... ¿De vida? De vida y a lo mejor un mes, dos, que disfrutara con mis hijos", recordó Andrade, agregando que "vivo el día. Y yo no más le doy gracias a Dios cada vez que despierto y digo 'otro día más'".
Su último deseo fue casarse con la mujer que estuvo a su lado durante 13 largos años, y junto a la cual crió a dos hijos. "Me da tristeza pues pero, qué voy a hacer? Yo no me rajo. Digo que sea lo que sea, me entiende?", dice Andrade. Amigos, parientes y hasta desconocidos contribuyeron con la ceremonia, que tuvo lugar el sábado 6 de abril en Saint Cornelious, Jefferson Park.
"Claro que lloro. Claro que estoy triste, pero estoy con mucha fe", dijo por su parte Belinda.
"Desde ayer por la tarde, no se calmaba con nada. Tomó mucha medicina. Él, casi todos los días me decía que me quería mucho y me daba las gracias a mí y a su mamá por acompañarlo. En sus últimas horas decía lo mismo... daba las gracias", narró la dolida mujer. Su velorio tuvo lugar el siguiente viernes, y su entierro el sábado.
La cirrosis hepática es un serio problema, que no sólo puede causar daños permanentes y hasta la muerte, sino que además es un antecedente importante en el desarrollo de enfermedades como el cáncer de páncreas, uno de los más fulminantes tipos de cáncer.