Sri Lanka: Papá se ve obligado a elegir a cuál de sus dos hijos salvar, pero ambos mueren
Ningún padre debería pasar por esa horrible situación, pero luego de los ataques en Sri Lanka, este hombre tuvo que tomar una decisión.
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El padre de dos adolescentes contó sobre la desesperada decisión que enfrentó al tener que escoger cuál de sus hijos salvar, después de quedar atrapados en los atentados con bombas de Sri Lanka, solo para que ambos murieran.
Matthew Linsey, de 60 años, dijo que creyó que Amelie, de 15, había sufrido heridas menos graves que Daniel, de 19, por lo que decidió llevar a su hijo a salvo dejando a su hija con otros sobrevivientes. Ambos estaban inconscientes.
INTENTÓ REVIVIRLO
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Intentó revivir a Daniel antes de llevarlo a un hospital, donde un masaje cardíaco no le salvó la vida.
Más tarde, el Sr. Linsey descubrió que su hija también había muerto. Ambos chicos murieron en el café Table One del hotel Shangri-La, el último día de Semana Santa.
SOBREVIVIERON AL PRIMER ATAQUE
El padre y sus dos hijos sobrevivieron a la primera explosión, pero fueron alcanzados por una segunda cuando los invitados intentaron huir.
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Fuentes policiales dijeron que los bombardeos de Shangri-La fueron llevados a cabo por dos hermanos.
ESTABA OSCURO
El padre de los chicos británicos, quien es un inversor emergente, dijo que después del primer ataque todo quedó oscuro y no sabía bien cuál era la condición de sus hijos, al ser afectados por el segundo bombardeo.
Queriendo evitar el mortal y segundo atentado, salieron corriendo del restaurante, pero con la siguiente explosión, los dos adolescentes quedaron inconscientes en un área cerca de los remontes.
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El Sr. Linsey, quien sufrió cortes en la cara por la metralla, dijo: "Mi hijo se veía peor que mi hija. Intenté revivirlo”.
"Una señora dijo que llevaría a mi hija. Llevé a mi hijo a una ambulancia y lo llevamos al hospital. Le grité: 'Por favor, ayude a mi hijo, por favor, ayúdeme'.”
"Pensé que mi hija estaba mejor. No podía encontrarla porque estaba con mi hijo. Lamentablemente murieron.”
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Una fuente cercana a la familia dijo que: "Estamos muy tristes y extrañamos mucho a Daniel y Amelie".
SOBRE SUS HIJOS
Afligido por el dolor, el Sr. Linsey dijo que Daniel era un estudiante de Westminster Kingsway College y que estaba decidiendo si asistir a la universidad en Manchester o Leicester para estudiar marketing este otoño.
Daniel era un afilado trabajador de caridad que se había ofrecido como voluntario en un orfanato en Etiopía y con nómadas en Mongolia, dijo su padre.
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Amelie era alumna de la escuela Godolphin y Latymer en Hammersmith. El Sr. Linsey dijo que su hija era "hermosa por dentro y por fuera", y que a sus hijos les encantaba viajar al extranjero.
DE VUELTA A LONDRES
El padre, nacido en los EE. UU., recibióayuda de la Embajada de los Estados Unidos en Colombo, que hizo los arreglos para que volara de regreso a Londres ese día.
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Él está arreglando la repatriación de los cuerpos de sus hijos.
Amelie y Daniel nacieron en Gran Bretaña y tenían doble nacionalidad británica y estadounidense.
La esposa del Sr. Linsey, Angelina, y otros dos hijos, David, de 21 años, y Ethan, de 12, estaban en el Reino Unido en el momento de las explosiones.
LAS VÍCTIMAS
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Ocho británicos estaban entre las 321 personas que murieron en los atentados suicidas. Unicef dijo que 45 niños murieron en los ataques.
Siete de los ciudadanos británicos han sido reconocidos hasta el martes por la mañana.
Ben Nicholson, de 43 años, perdió a su abogada esposa Anita, de 42 años, su hijo Alex, de 14 años, y su hija Annabel, de 11, cuando un bombardero se inmoló mientras desayunaban en el hotel Shangri-La.
El señor Nicholson, también abogado, sobrevivió a la explosión. Dijo que su familia había estado visitando Sri Lanka para pasar unas vacaciones desde su casa en Singapur.
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La Sra. Nicholson trabajó para la compañía minera y metalúrgica Anglo American, mientras que el Sr. Nicholson es socio de la firma de abogados Kennedys.
Dijo: "Misericordiosamente, los tres murieron instantáneamente y sin dolor ni sufrimiento. Estoy profundamente angustiado por la pérdida de mi esposa e hijos. Anita fue una esposa maravillosa y perfecta, y una madre brillante, amorosa e inspiradora para nuestros dos maravillosos hijos”.
"Alex y Annabel fueron los niños más increíbles, inteligentes, talentosos y reflexivos, y Anita y yo nos sentimos inmensamente orgullosos de ellos y esperábamos verlos llegar a la adultez."
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MÁS IDENTIDADES
La Dra. Sally Bradley, de 56 años, y su esposo Bill Harrop, un bombero retirado y también de 56 años, de Manchester, murieron en el atentado del Cinnamon Grand Hotel.
El hijo de Harrop, Gavin, también se encontraba en Sri Lanka en ese momento, pero se hospedaba en un hotel diferente.
La familia del Dr. Bradley dijo en un comunicado: "La Dra. Bradley era una mujer amable, leal y trabajadora que vivía para la aventura.
Había trabajado como directora de salud pública en Manchester y directora médica de Pennine Acute NHS Trust antes de que la pareja se mudara a Perth, Australia, en 2013, donde Bradley estaba practicando medicina.
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MÁS LUTO
En otro caso, el multimillonario de ASOS, Anders Holch Povlsen, de 46 años, y su esposa Anne, de 40, perdieron a tres de sus cuatro hijos en el ataque en el Shangri-La.
Povlsen es el hombre más rico de Dinamarca y el mayor propietario privado de Escocia, con 12 propiedades en más de 220,000 acres. Conoce más detalles aquí.
Hampstead y Kilburn MP Tulip Siddiq perdió a un familiar en los ataques.
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EL ATAQUE
Siete terroristas suicidas atacaron tres iglesias y tres hoteles en la isla del Océano Índico, supuestamente en represalia por los ataques terroristas del mes pasado en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda.
El 15 de marzo, cincuenta hombres musulmanes fueron asesinados por un hombre armado presuntamente supremacista blanco.
Los funcionarios de Sri Lanka han culpado a una organización extremista islámica poco conocida, National Thowfeek Jamaath, y al segundo grupo, JMI (Jammiyathul Millathu Ibrahim).
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Los siete terroristas suicidas eran todos ciudadanos de Sri Lanka, pero se cree que el grupo tiene vínculos con redes terroristas extranjeras. La policía dijo que un cuarto hotel iba a ser atacado por el plan fracasado.
En medio de temores de nuevos ataques, la fuerza policial nacional de Sri Lanka ha dicho a sus oficiales que estén atentos a los vehículos que podrían ser utilizados en explosiones suicidas, incluido un camión y una furgoneta que se cree está llena de explosivos.
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