Bebé que nació a las 27 semanas logra sobrevivir a la rara condición que mató a su gemelo

El pequeño sufrió una rara condición mientras se encontraba en el vientre de su madre, en la que se comió a su hermano gemelo.

La historia fue revelada por la madre del pequeño, Hannah Robertson, quien había presentado el síndrome de transfusión de gemelos a gemelos y tuvo un fuerte dolor que paralizó su cuerpo. Esta condición genera que los vasos sanguíneos de la placenta se conecten, haciendo que la sangre deje de fluir.

Luego del diagnóstico, se confirmó que el corazón de uno de los bebés no latía, mientras que el otro pequeño luchaba por salvar su vida.

VIDA RESCATADA

Durante cinco días la mujer estuvo sometida a la labor de parto para lograr sacar a ambos bebés, el que logró nacer con vida, pesó tan solo 1 libra y 12 oz.

Los siguientes tres meses el bebé con vida, estuvo en cuidados intensivos, pues tenía que enfrenta su problema de insuficiencia renal, sepsis y neumonía, las cuales fueran las últimas pruebas para estar junto a su madre y familiares.

NOTICIAS EMOTIVAS

Cuando tiempo atrás la pareja había descubierto que serían padres de gemelos, la emoción y la incertidumbre los arropó, las esperanzas de conocerlos crecían con ansias, pero no todo sale como se quiere.

Todo estaba normal con su embarazo, pero las cosas empeoraron cuando los dolores de espalda se hicieron insoportables, luego de varias instrucciones médicas no pudo aliviar los dolores, por lo que entre lágrimas tuvo que ir hasta el hospital.

Ya en el lugar le dijeron que sus bebés estaban en una situación de salud complicada, pero pensaron en que alguno de los pequeños podía sobrevivir. Esa esperanza fue la que los mantuvo expectantes.

Luego de toda esta situación, un bebé logró nacer con un peso comparado al de una jeringa, y aunque su proceso de nacimiento no fue nada fácil, gracias a la rápida atención médica que recibió se encuentra en perfecto estado de salud.

Su madre comenta que cuando el pequeño nació no pudieron abrazarlo ni envolverlo entre sus brazos, ya que tenía la piel transparente, además perdió 40% de la sangre debido a que una parte de su intestino murió.

Acarreó con varias infecciones, de las cuales no tenía posibilidades de salir con vida, sin embargo desafiando a todos los resultados médicos, logró recuperarse y sus signos vitales mejoraron ampliamente.Esta historia nos recuerda a la de George, un bebé que aunque nació siendo del tamaño de una jeringa, logró sobrevivir.