Perro desolado abraza el cojín con la foto de su difunto mejor amigo antes de dormir
Una fatal enfermedad separó de forma repentina a las Spencer y a Rocky, que tenían más de 10 años de amistad y hacían todo juntos. Cuando el segundo falleció, la tristeza invadió a su hermano.
Spencer y Rocky fueron dos grandes amigos caninos que convivieron juntos por más de 10 años, según explicó su dueña, Beth Fisher, a The Dodo.
La mujer señaló que los caninos fueron inseparables y que lo hacían todo juntos: “Nunca habían pasado una noche aparte. Rocky y Spencer dormían en la misma cama, comían del mismo tazón y siempre caminaban juntos cuando salían”.
Lamentablemente, esta camaradería llegó a su final de una manera muy repentina, después de que los dueños de Rocky lo llevaran a una visita al veterinario.
El especialista descubrió que un gran tumor canceroso se había estado desarrollando durante mucho tiempo dentro del cuerpo del perro de pelaje rubio, y que un tratamiento ya no era viable por la magnitud de la enfermedad.
De esta forma, los Fisher no tuvieron más remedio que ponerle fin a la vida de su mascota:
“Rocky tuvo que ser derrotado ese día. Fue difícil procesar la muerte repentina de Rocky, pero no podemos imaginar lo difícil que debe ser para Spencer haber perdido a su hermano menor”, dijo la dueña.
Pero el más afectado de la casa fue Spencer, al que se le notaba la tristeza al caminar. Sus dueños estaban muy preocupados y no tenían idea de qué podría calmar la derrota que sentía.
“Desde que Rocky falleció, Spencer se ha estado levantando en la noche para pasear por la casa en busca de su hermano. Y luego empieza a llorar porque no puede encontrarlo”.
Las cenizas de Rocky se colocaron en un mueble cerca de donde él y su hermano dormían, para mantener a los caninos cerca, pero eso no era suficiente para Spencer, que no dejaba de sentirse triste y de extrañarlo.
Fue en ese momento que el dueño del perro tuvo la grandiosa idea de pedir una almohada para Spencer con la cara de Rocky impresa en ella. El cambio en el perro fue inmediato y parece que el cojín por fin pudo hacerle sentir a Spencer la tranquilidad que necesitaba.
Spencer recostado sobre el cojín con el rostro de Rocky. | Foto: Facebook/Michelle Fisher
"No creo que Spencer supere el paso de Rocky, pero espero que pueda aprender a seguir adelante sin él", dijo Fisher.
Los sentimientos en los perros son tan desinteresados y protectores que incluso pueden superar en bondad a los de nosotros los humanos. Una prueba fiel es la historia de esta cachorrita de Brasil que decidió compartir su nueva manta con un perro callejero que pasaba frío.
Lana, como los dueños llamaron a la perrita, solo tenía ocho meses de nacida cuando tuvo esta iniciativa que le ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales.