Mujer tenía un dolor insoportable en la pierna y resultó ser cáncer cerca del nervio ciático
La mujer es triatleta profesional y se convirtió en medallista de oro en los Juegos Paralímpicos. En 2007 fue considerada una de las atletas más exitosas de América.
El cáncer cambia drásticamente la vida de cualquier persona que lo padezca, pero el cambio en la vida de Jamie Whitmore, de 43 años de edad, ha sido tan difícil que todavía dice que no puede disminuir la velocidad.
Whitmore estaba acostumbrada a su vida llena de triatlones, montada sobre su bicicleta de montaña, corriendo decenas de kilómetros de distancia en minutos o nadando unos tantos más. Ella jamás pensó que el dolor que un día empezó a sentir en una pierna podía tratarse de cáncer.
La mujer es triatleta profesional y se convirtió en medallista de oro en los Juegos Paralímpicos. En 2007 fue considerada una de las atletas más exitosas de América. Fue seis veces campeona de Estados Unidos en carreras de bicicleta XTERRA y dos veces campeona de gira.
Pero toda esta vida de logros dio un giro abrupto en un triatlón que ella aún recuerda como si fuese ayer: “Salí del agua y me subí a mi bicicleta y algo se apagó con mi pierna izquierda. Una vez que me bajé de la bicicleta y comencé a correr, fue difícil levantar mis piernas. Sabía que algo no estaba bien”.
Sin embargo, la medallista se limitó a dejar de correr por un tiempo para tratar de recuperarse. En ese periodo, se concentró en trotar y nadar, pues no sentía ningún dolor cuando hacía estas actividades.
Una noche, cuando estaba en un campamento deportivo en Arizona, Whitmore no podía dormir por un fuerte dolor que sentía en el nervio ciático. “Por lo general, lo tenía cuando manejaba mucho tiempo o me sentaba demasiado tiempo, era más molesto que cualquier otra cosa”.
A la mañana siguiente, todo empeoró cuando intentó correr. El dolor que sintió era apenas tolerable y las lágrimas empezaron a caer de sus ojos.
"Una vez que me subí a mi bicicleta sentí tanto dolor que estaba llorando. Volé a casa para ir a un hospital cercano. Sabía que todo lo que estaba pasando era malo si no podía andar en mi bicicleta”, analizó. Pero solo pensó que se había desgarrado un músculo.
Después de una serie de exámenes, apareció una masa del tamaño de una toronja cerca de su ovario, por lo que fue referida a un obstetra para que le realizara una laparoscopia exploratoria, pero nada pudo hacer el especialista, pues Whitmore empezó a sangrar durante la cirugía.
Por recomendación de un amigo, la mujer fue a la Universidad de California en San Francisco, donde la admitieron rápidamente. En el lugar, un oncólogo le hizo una biopsia y el resultado fue impactante: tenía un sarcoma de células fusiformes, un tumor de tejido blando que puede comenzar en el hueso. El tumor envolvía su nervio ciático y tocaba varios órganos vitales.
Lamentablemente, los especialistas no pudieron eliminar este agresivo tumor, por temor a reventarlo, ya que se encuentra muy cerca de los órganos que Whitmore necesita para vivir. Por este motivo, la deportista deberá someterse a quimioterapias y radiación, que son los tratamientos típicos de esta enfermedad.
El sarcoma de células fusiformes es extremadamente raro, ya que comprende solo entre 2 y 5 por ciento de todos los cánceres de hueso primarios. Hay varios tipos de cáncer que tienen síntomas menores como el de Whitmore o ningún síntoma.
Mientras tanto, en Escocia, los padres de Adelin Davidson, de solo 2 años, buscan desesperadamente donantes de sangre para su hija, quien fue diagnosticada con un raro tipo de cáncer.
Jordan y Stephanie Davidson, padres de la bebé, explicaron que la niña se mantiene estable, siempre y cuando le estén realizando transfusiones cada semana.