Mamá soltera lucha contra un trastorno neurológico para tener más tiempo con sus dos hijas
Luego de recibir la peor noticia de su vida, Jennifer decidió vivir al máximo el tiempo que le queda con sus adorados retoños.
Jennifer Bell, pensaba que sus síntomas se debían al estrés que estaba viviendo como madre soltera embarazada, pero luego de dar a luz se dio cuenta que su forma de hablar era cada vez más limitada.
Fue entonces cuando unos exámenes le dieron la respuesta a su padecimiento, y le dieron detalles de que le quedaban apenas unos nueve de vida, que iba a tratar de aprovechar al máximo.
Lo importante es el optimismo | Imagen tomada de: Pixabay
SIN SOLUCIÓN
La madre de 28 años, soltera y con dos hijas, fue diagnosticada con una grave enfermedad motora neuronal, Esclerosis lateral amiotrófica, luego de que durante el embarazo su forma de hablar parecía haber cambiado, pues sonaba más pegadiza y menos articulada.
La esperanza es lo último que se pierde | Imagen tomada de: Pixabay
Fue luego de tener a su pequeña niña, que ella decidió tomar cartas en el asunto y fue al médico, quienes luego de unos exámenes le detectaron una enfermedad de la neurona motora, la cual poco a poco se iba robando su vitalidad, al punto en el que solo contaba con nueve meses de vida.
Entre lágrimas aceptó su situación, aunque no fue nada fácil sabiendo que dejaría desamparadas a sus pequeñas, y que la más chiquita apenas recordaría su nombre, confundida regresó, tal y como lo había pedido el médico, ocho semanas después, cuando ella sentía los síntomas más presentes que nunca.
El amor de madre lo puede todo | Imagen tomada de: Pixabay
SIN ATADURAS
Como toda una guerrera Jennifer no dejó que una enfermedad controlara su vida, y siguió con su carrera de la que se acaba de graduar como enfermera, que aunque no puede ejercer por sus limitaciones en el habla, se siente agradecida de poderla terminar.
Para ella lo más importante en estos momentos es aprovechar el tiempo al máximo, para que sus hijas vean en un futuro todo lo que logró, por eso quiere seguir luchando un poco más y poder ver el primer cumpleaños de Kacey, la menor de sus hijas.
Pero seguir guiando los pasos de Georgia y Kacey cada vez en más difícil, razón por la cual tuvo que decirle a la mayor que no iba a mejorar,y que la situación simplemente se agravaría. Explicó que muchas veces le gana la tristeza porque sabe que no las podrá ver crecer.
Ahora se encuentra trabajando para que otros no sufran lo que ella está pasando, y para que los pequeños no se queden sin sus madres, por lo que hace un llamado para difundir mayor información sobre esta enfermedad y se abran nuevas investigaciones.
Algo que es irremplazable es el amor de un hijo a una madre y viceversa, y ese fue el caso de Anna Davis y su pequeño Alby, quien perdió la vida ahogado con una pelota de goma en los brazos de su madre.