Gemelas prematuras sobreviven gracias a los abrazos y el contacto de sus padres
Cuando nacieron las bebitas pesaban menos de kilo y medio entre las dos.
El amor de madre, además de insuperable, es mágico, y así lo demostró Josie Kent cuando le devolvió la vida a sus nenitas dándoles muchos abrazos.
Evie-Mae y Lily-Beth Rabey nacieron en Corwnwall pesando kilo y medio entre las dos y teniendo apenas 28 semanas de gestiación, debido al síndrome de transfusión gemelo a gemelo, condición en la cual uno de los bebés recibe más nutrientes que el otro.
NACIERON 12 SEMANAS ANTES DE LO PREVISTO
Los médicos explicaron el delicado panorama en el que las niñas vinieron al mundo, por lo que notificaron a sus padres que la situación no estaba de su parte.
Pero ante la gravedad del asunto Josie y Gareth, de 29 y 34 años respectivamente, optaron por dejarse llevar por sus corazones y darles todo el amor posible a sus bebés durante los 3 meses que pasaron internadas en la Unidad de Cuidados Intensivos.
"Cuando las niñas nacieron fueron llevadas a cuidados intensivos y Gareth y yo nos sentimos tan indefensas. Las estábamos viendo pelear y deseando desesperadamente que hubiera algo que pudiéramos hacer", dijo Josie.
EL AMOR MUEVE MONTAÑAS
La rutina de esta joven familia rápidamente se desarrolló entre los pasillos del hospital, donde pasaron más de tres meses tratando de estabilizar a las recién nacidas, sin saber que la solución estaba en sus manos, literalmente.
"Las enfermeras de la UCI sugirieron que probáramos el cuidado de los canguros, donde Gareth y yo tenemos contacto piel con piel con los bebés, sosteniéndolos como si fuese un canguro que los lleva en la bolsa. Cada vez que se abrazaban con nosotros, instantáneamente se estabilizaban sus valores. Era increíble", agregó la mamá.
Y así fue como con mucho cariño y paciencia Gareth y Josie pudieron nutrir su hermosa familia luego de haber sufrido tres abortos.
LOS LAZOS DE FAMILIA SON MÁS FUERTES DE LO QUE PARECEN
"Nos hizo sentir como si estuviéramos haciendo algo por ellas como padres, especialmente cuando te sientes tan indefensa y simplemente estás sentada allí mirándolas todo el día", aseguró Josie, quien ahora disfruta junto a su esposo de sus hermosas gemelas que gozan de un desarrollo normal.
Esto nos recuerda a la historia de Weston y Caleb Lyman, unos gemelos recién nacidos que lloraron fuertemente cuando los médicos los separaron para hacerles los análisis pertinentes al nacer, y solo se calmaron cuando los pusieron lado a lado.