Alfred Hitchcock: la historia que dio origen a la trama de muchas de sus películas

Alfred Hitchcock fue un director de cine y productor británico​ nacionalizado estadounidense, pionero en muchas de las técnicas que caracterizan a los géneros cinematográficos del suspenso y el thriller psicológico.

Debido a su exitosa carrera en el cine británico en películas mudas y en las primeras sonoras, fue considerado el mejor director de Inglaterra y luego se trasladó a Hollywood en 1939.

Cuando tenía 5 o 6 años, supo lo que era estar en la cárcel. Las rejas se cerraron frente a él por orden de su padre.

Algunas versiones dicen que como se escapó de su casa para pasear en tranvía, su padre tomó esa decisión para castigarlo.

Mientras que otras aseguran que nunca supo la verdadera razón por la cual su progenitor le pidió al comisario que lo encerrara durante unos minutos.

Esa experiencia lo marcó para siempre y se volvió una constante en sus películas: el hombre que es acusado de un crimen que no cometió.

Hitchcock fue un cineasta de imágenes fuertes y poderosas. La escena en la ducha de "Psicosis" quizás sea la más vista y referenciada del cine.

Alberto Servat, crítico de cine y gerente cultural del Icpna, explicó que las películas de Hitchcock se caracterizan por tener humanidad.

“Se centran en el hombre o la mujer que tiene miedo, que duda, que miente, que comete un crimen o que permite que lo cometan. Hay confrontaciones morales, apegos, obsesiones.”

Continuó: “Una vez desarrollado el conflicto emocional, estructuraba la película con toda la maquinaria de producción de la que disponía”.

Para Efraín Vassallo, abogado y autor del libro “Escenas de Hitchcock”, la humanidad de los personajes del director inglés estaba presente incluso en los villanos.

“En muchas ocasiones los asesinos, espías y matones resultan siendo más simpáticos que los propios héroes”, aseguró.

La historia de este brillante director no escapa a las leyendas, mitos urbanos y fantasías.

Se conoció que durante el rodaje de “Mr. and Mrs. Smith”, de 1941, la actriz Carole Lombard llevó una vaca al estudio y le puso un cartel con su nombre. “Ya la puedes dirigir”, le dijo al director.

“Hitchcock creía que los actores son ganado” es la premisa que todavía le sobrevive.

Sin embargo, detrás de todo mito hay verdades y también exageraciones. Hitchcock llamaba a los actores en los que confiaba y con los que no perdía tiempo para trabajar: James Stewart, Cary Grant, Ingrid Bergman, Joan Fontaine, Grace Kelly, Leo G. Carroll, afirmó Servat.

A pesar de que se decía que Alfred era un director difícil, egocéntrico y que trataba mal a sus actores, nunca tuvo problemas con los que él confiaba. Sino con los que eran impuestos por el estudio o el productor de las películas que dirigía.

La mayoría de los artistas que trabajaron con Hitchcock recibieron el Óscar o por lo menos una nominación al premio.

Se convirtió en celebridad en una época en la que solo los actores lo eran y logró algo que hoy parece imposible: evitar repetirse.

Servat explicó que él iba creando, probando sus propias ideas y alterándolas hasta dar con la dosis justa de lo que necesitaba. Luego pasaba a otra cosa.

Algunos directores han tratado de emular sus fórmulas, pero no todos han tenido éxito.

“Uno de sus grandes aciertos fue adaptar al cine novelas que no necesariamente eran obras maestras de la literatura. De manera que se apropiaba de ellas y las convertía en parte de su universo. Sin Hitchcock no había película”, sentenció el crítico.