logo
página principalCelebridades
instagram.com/luciariveraromero
instagram.com/luciariveraromero

Lucía Rivera Romero: hija adoptiva del matrimonio de Cayetano Rivera y Blanca Romero

Valeria Garvett
01 sept 2019
22:00

¿Conoces a Lucía Romero, hija adoptiva de Cayetano Rivera?

Publicidad

Romero, quien ahora tiene 20 años, se volvió parte de la vida de Cayetano desde que él y su madre, Blanca Romero, se enamoraron y casaron en 2001.

Para ese entonces, Lucía tenía tres años y seguramente se sintió feliz de que tendría una figura paterna en su vida, algo completamente nuevo para ella. Su papá biológico, un modelo estadounidense, nunca dio la cara cuando embarazó a Blanca.

Publicidad

La niña ahora no solo tenía un padre, sino también un nuevo apellido; Lucía Rivera Romero.

A pesar de que el matrimonio entre el torero y la modelo solo duró tres años, el vínculo entre Cayetano y su hija adoptiva no llegó a su fin. Estaban demasiado encariñados como para que eso ocurriera.

A lo largo de los años, su relación ha pasado por muchos altibajos. Actualmente, Lucía y Cayetano no comparten tanto como quisieran, debido al estilo de vida que ambos llevan.

Publicidad

Lucía es una aclamada modelo que trabaja entre Alemania, España y París, mientras que su papá no sale de los ruedos y, además, tiene una nueva familia a la que atender; su nueva esposa, Eva, y su hijo pequeño.

Rivera Romero ha revelado que se lleva de maravilla con Eva y el pequeño, pero que no los ve tanto como quisiera. Es que ni comparte tanto con su propia madre, quien es actriz y vive en Asturias.

Publicidad

En los últimos tiempos, se ha reportado que la relación entre ella y Cayetano no va tan bien como se cree. En 2018, cuando Lucía fue cuestionada sobre el tema, su respuesta dejó mucho qué desear.

“Mira, es que los periodistas me preguntas siempre lo mismo... Por mi padre. ¿Por qué no se lo preguntáis a él? Es muy adulto y yo tengo 19 años. Creo que quien debería responder y hablar con total sinceridad sobre la relación que tiene conmigo es él, no soy yo”, dijo Lucía a El Mundo.

Publicidad

“Es la relación entre un padre y una hija, normal y corriente, aunque la hija trabaje mucho y el padre también trabaje mogollón. Al final, estamos condicionados a esto, pero nada más”, añadió.

Y así continúa esta relación, propia de una novela, entre un hombre cabal y una niña que encontró, de la noche a la mañana, un papá joven, torero y valiente. ¡Qué el tiempo permita que padre e hija permanezcan unidos, pese a la distancia y a las diferencias!

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares