Raquel Morillas de Gran Hermano 3 comenzará a trabajar como vendedora de la ONCE

Raquel Morillas, exconcursante de la tercera edición de Gran Hermano, anunció a través de un video para su canal de YouTube que empezaría a trabajar como vendedora de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).

La ONCE es una corporación española sin fines de lucro, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de las personas invidentes con otros tipos de discapacidades.

Como se conoce, Raquel Morillas no ha tenido una vida fácil. Ha vivido experiencias que podrían resultar difíciles para una persona común. Sin embargo, las ha sabido sobrellevar con fuerza y entereza.

En 2003, Morillas se vio involucrada en un terrible accidente de tránsito junto a su entonces pareja, Noemí Ungría, que le destruyó el rostro, le hizo perder la visión del ojo izquierdo y la mantuvo recuperándose durante muchos años.

En pocas palabras, Morillas pasó a ser una persona con discapacidad de la noche a la mañana, en junio del mencionado año.

La pareja viajaba en un descapotable por una comarcal de Barcelona cuando el coche se precipitó por un terraplén de siete metros. Su vehículo habría tenido que esquivar otro coche que realizó una maniobra indebida, atentado contra sus vidas.

Raquel resultó con secuelas de por vida, teniendo que ser operada en diez ocasiones.

Su adicción a los juegos de azar también la perjudicó enormemente, hasta el punto de quedar con saldo negativo en su cuenta bancaria. Afortunadamente, ya es cosa del pasado.

Por otro lado, encontrar trabajo también ha sido todo un reto para Raquel. Lo suyo era pararse frente a las cámaras, pero los canales de televisión dejaron de pedirle participaciones o colaboraciones y, teniendo cuentas que pagar, Raquel empezó a buscar empleo como cualquier persona regular haría.

Hace poco, Morillas logró establecer una relación laboral con la ONCE.

SU NUEVO TRABAJO

Mediante un video publicado en YouTube, Raquel contó que, gracias a su discapacidad, la corporación ONCE le dio la oportunidad de trabajar con ellos. Aparentemente venderá cupones.

“Como sabéis, tuve un accidente. Evidentemente tuve unas secuelas que son ya de por vida y eso me hace tener discapacidad y, gracias a Dios, puedo beneficiarme de esto”, explicó.

Para poder optar al trabajo, Raquel tuvo que aprobar un examen de 23 preguntas relacionadas al juego, algo que -por su pasado ludópata- ella sabía no fallaría.

Asimismo, contó que para lograr la acreditación, tendría que realizar unas prácticas de dos días. Morillas sonó muy confiada y contenta al expresarse sobre el trabajo que tanto desea desempeñar, y así alegrar a la gente.

“Estoy deseando que me veáis con el chaleco fluorescente y que me quiten los cupones de las manos. Me dará vergüenza ir por la calle, pero eso tiene que pasar. Estoy feliz y ya era hora que las cosas malas pasaran y llegaran las buenas.”

Nos alegramos de que Raquel esté en el camino para superarse y volverse una mejor persona y profesional. ¡Todos los éxitos para ella!