Padre João Paulo: el sacerdote que abrió las puertas de su iglesia a los perros callejeros

Todos los domingos durante la misa, el religioso sitúa a los caninos a su lado o en las escaleras debajo del altar, e invita a todos los feligreses a acogerlos en sus hogares.

Los perritos, sean de raza o callejeros, tienen el mismo derecho de ser cuidados, alimentados y queridos, y esta es una realidad de la que el padre João Paulo de Araujo Gomes está consciente en una provincia de Brasil.

Mucho ha dado de qué hablar este religioso desde que llegó a la Paróquia de Sant'Ana, en Gravatá, pues desde que se hizo miembro de una ONG dedicada a rescatar caninos sin hogar, no ha hecho más que ayudar a estos indefensos animales ayudándoles a encontrar una familia entre los feligreses que asisten a la misa de los domingos.

Pero es la forma en cómo capta la atención de las personas lo que ha impactado a sus seguidores en Facebook, pues el cura sitúa a los caninos a su lado o al pie de las escaleras, debajo del altar, para que todos en la casa de Dios los vean, acción que se ha vuelto viral.

El padre João Paulo explicó que cuando llegó a la iglesia en 2013, algunos voluntarios se le acercaron para vender galletas y así ayudar a un proyecto con animales callejeros. Al poco tiempo él mismo se unió y de hecho adoptó a varios caninos de los que no pudo evitar enamorarse.

"Les di tiempo durante las misas para la publicidad de las cookies y luego comencé a participar en los proyectos de esta ONG", explicó el sacerdote.

De esta forma, Gomes quiso aportar su granito de arena dejando a los perros entrar a la iglesia y con ayuda de voluntarios, coloca comedores frente a la iglesia, donde los caninos maltratados y olvidados pueden comer y tomar agua fresca. A través de sus redes sociales, el padre invita a los feligreses a adoptar a estos nobles animales.

"Cuidar de los animales y la naturaleza en su conjunto es un gran gesto de amor por Dios, la humanidad y el planeta", dijo el Padre João Paulo.

En este municipio brasileño del estado de Pernambuco se cuentan cerca de 230.000 habitantes y miles de perros están viviendo en las calles. Según lo referido por el portal Europa Press, muchos de ellos necesitan ayuda y atención urgente, y los refugios no dan abasto.

"Lo que hago es solo una gota de agua frente a la magnitud del problema", dijo Gomes. "Me gustaría poder dar la bienvenida a todos los animales, pero trabajamos con muchas limitaciones. Todo lo que hago depende de voluntarios y voluntarias que me ayudan, así que no son mis méritos sino también los de esas personas”.

Gomes espera que sus acciones creen conciencia en la sociedad e inspiren a otras personas a ayudar a mejorar la vida de estos animales, para hacer del mundo un mejor lugar para ellos.

"Cuidar de los animales y la naturaleza en su conjunto es un gran gesto de amor por Dios, la humanidad y el planeta", dijo. "Necesitamos desarrollar la perspectiva de la compasión. Demasiada violencia, demasiada agresión y acusaciones, la diversidad se convierte en escenario de guerra y lucha, y la compasión es el único remedio", manifestó el religioso.

Mientras tanto, en Argentina una mujer amante de los animales también está dando mucho de qué hablar en las redes sociales por la ayuda que le ofrece a los perros que consigue en la calle.

Patricia Muñoz, que trabaja como policía en el Comando de Patrullas Quilmes Este-Río Plata, ayuda a conseguirles hogar a los caninos, donde puedan recibir el amor que se merecen.

En su perfil de Facebook la funcionaria publicó: “Es una cuestión personal y lo hago fuera de mi servicio siempre. Ligo a perras de la calle, si llegan a tener crías los voy a buscar y me las quedo en casa hasta que consigo una familia que los quiera”, explicó.