Iker Casillas dedica palabras a médicos que le salvaron la vida: "Difícil es operar un corazón"

El futbolista volvió al hospital donde salvaron su vida para agradecer nuevamente a los médicos que atendieron su caso.

Iker Casillas sufrió un infarto al miocardio, el pasado mes de mayo. El incidente se presentó durante un entrenamiento en Olival con el FC Oporto.

En ese momento, el jugador fue trasladado al hospital Hospital São João de Oporto, donde los médicos le hicieron una cirugía urgente. Por esa razón, el portero colgó los guantes por varios meses.

Esta semana, durante el acto de bienvenida a los nuevos médicos residentes del hospital, el guardameta entregó un emotivo discurso lleno de agradecimiento para el personal que salvó su vida.

“Lo difícil no es jugar ante 70.000 u 80.000 personas. Lo difícil es operar a alguien que ha sufrido un ataque al corazón. Es lidiar con la enorme responsabilidad de cuidar de los demás”, afirmó Casillas.

Por otro lado, el jugador español dejó claro la importancia de la labor médica y lo mucho que la valora. Además, incitó a los residentes a encontrar lo mejor de su profesión aprendiendo de los médicos con más experiencia.

“Este es un momento importante para vosotros. Aprenderéis mucho y los médicos con más experiencia os enseñarán el mejor camino hacia esta brillante profesión”, concluyó.

Casillas, de 38 años, estuvo fuera de las canchas durante seis meses, el tiempo que duró su recuperación del infarto que sufrió el 1 de mayo.

El guardameta español regresó a los entrenamientos a principios de noviembre de 2019 y así lo comunicó a sus seguidores en Twitter, con una publicación de sus botas y un mensaje que decía: “seis meses y tres días que estabais en la taquilla”.

El años pasado fue una época convulsa para el jugador, pues no solo se vio enfrentado al grave problema de salud que lo alejó de las canchas sino que a su esposa, Sara Carbonero, le fue detectado un tumor maligno en el ovario y también tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.

Por fortuna, la periodista terminó su tratamiento de quimioterapia también a finales de año y parece que la vida empieza a normalizarse para la familia del portero.

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