La historia de amor del chef José Andrés y su esposa Tichi
El chef fue considerado por el presidente Obama como el ejemplo perfecto del inmigrante exitoso en Estados Unidos, pero en verdad encontró la plenitud en su esposa.
José Ramón Andrés Puerta es uno de los cocineros más reconocidos de Europa y América, habiendo trabajado de la mano con la leyenda de Ferran Adriá y siendo dueño de más de 20 restaurantes solo en Estados Unidos. Pero este conquistador de la cocina tuvo problemas para llamar la atención la chica que lo cautivó bailando salsa.
EL AMOR NACIÓ BAILANDO
"Me di cuenta de que me gustaba, pero ella no me hacía mucho caso. Lo seguí intentando", rememoró el español, que siempre se ha esforzador por aportar su granito de arena a los más necesitados.
Y es que la pareja que está próxima a cumplir sus bodas de platas se conocieron bailando salsa en Maryland cuando el asturiano apenas iba destacándose como uno de los chefs más importantes de país norteamericano.
LUCHÓ HASTA QUE ACEPTÓ
Patricia Fernández de la Cruz, mejor conocida como Tichi, al parecer se hizo de rogar, pero en 1995 el jefe de la cocina de "Jaleo" se llenó de valentía y luego de mucha persistencia se lanzó al agua y le propuso matrimonio a la madre de sus tres hijas, Carlota, Inés y Lucía.
Desde entonces Tichi se dedicó de lleno a su vida familiar, renunciando al cargo que tenía en Washington en la Oficina de la Representación Comercial de España en la capital estadounidense, lo que significó un impulso importante en la carrera del asturiano, pues según él mismo indicó, la mitad de las recetas son de su suegra.
SON UN EXCELENTE EQUIPO
Así fue como la pareja se impulsó entre si para lograr el alcance que hoy tienen, llegando incluso a ser uno de los chef preferidos del propio expresidente Barack Obama, quien lo consideró en un ejemplo de superación inmigrante.
Ahora el matrimonio que vive en Bethesda convive con sus dos hijas menores, mientras que Carlota, de 18 años, vive en Nueva York, donde estudia negocios en la NYU, donde seguramente ampliará sus horizontes como sus padres.