La vida del famoso payaso 'Cepillín': relación dura con sus padres y problemas con el corazón
Detrás de la sonrisa y graciosos bailes del popular payaso “Cepillín”, está un hombre que debió sobreponerse al rechazo y la incomprensión de sus seres queridos.
Abrirse camino hacia las metas soñadas cuando te falta la libertad y y el apoyo no es fácil, pero Ricardo González Gutiérrez lo logró, y a través de su personaje logró llevar alegría a generaciones de niños.
INCOMPRENDIDA INFANCIA
El querido Cepillín nació hace casi 74 años en Monterrey, México, un 7 de febrero, y según cuenta era muy poco agraciado, lo cual lo llenó de complejos a lo largo de su infancia.
Por otra parte, su naturaleza artística no era comprendida por su familia, ya que resultaba diferente a todos y por eso le hacían pesadas bromas sobre que había sido recogido o adoptado. Sus padres simplemente se negaron a permitirle que siguiera sus sueños, por lo que se vio obligado a estudiar una carrera universitaria.
Al faltarle vocación, decidió escoger la menos difícil para él, que resultó ser odontología, y como si los caminos del destino ya estuviesen trazados, fue escogido de entre todos los estudiantes para dar charlas sobre higiene dental en la televisora local a los niños.
CEPILLÍN
Queriendo que su mensaje llegara en forma efectiva a su audiencia de niños, se inventó un personaje que resultó ser un amigable payaso a quien dio el nombre de "Cepillín", y fue un éxito total desde el principio, por su gran carisma y la alegría que trasmitía. Los niños lo amaron.
Poco tiempo después, en 1971, el canal 12 de Monterrey le propuso tener su propio programa y llegó a tener dos programas en simultáneo, “La hora de la merienda con Cepillín” y “Sabadín con Cepillín”, manteniéndose por seis años en esa televisora.
Posteriormente llegó a la capital, y el teatro Blanquita le sirvió de escenario para su debut, y le abrió las puertas en Televisa con el programa “Cepillín” y “La feria de Cepillín” y a finales de los 70 alcanzó la cima de la popularidad mientras seguía enseñando valores a los pequeños entre juegos, consejos, canciones y mucha diversión. “En el bosque de la China” se convirtió en un clásico.
La última emisión del programa en la televisión fue en 1980, y lejos de desaparecer, se abrió un espacio en los circos, que le devolvieron protagonismo en televisión donde se mantuvo hasta la primera década del nuevo siglo, aunque jamás con la popularidad alcanzada en los 70.
Hasta hace poco menos de dos años, el simpático payaso con su mismo maquillaje y vestuario siguió alegrando a innumerables pequeños, pero finalmente decidió que era el momento de retirarse, y en el Teatro Metropolitan les entregó a sus hijos y a su nieto Aarón su gran herencia.
“El día que Dios me lleve a rendir cuenta, sé que la herencia de Cepillín continuará con mis hijos y hasta con mi tercera generación de descendientes, mis nietos”, dijo Ricardo González Gutiérrez.
UN DÉBIL CORAZÓN
Luego de su cumpleaños número 50, el corazón de “Cepillín” empezó a dar muestras de agotamiento, con un par de infartos leves que ameritaron hospitalización y cateterismo.
Más de una década después un nuevo infarto lo llevó a ser nuevamente hospitalizado por daño de alguno de los catéteres insertados, logrando salir airoso de esta nueva emergencia,
Actualmente disfruta de una maravillosa carrera de 47 años, un matrimonio que le devolvió la alegría de vivir, una hermosa familia que sigue sus pasos, un público que siempre rió con él y solo siente agradecimiento por tanto.