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Twitter.com/Univision // Getty Images
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Norma Lazareno y la culpa que todavía siente tras la trágica muerte de su hija

La pérdida de un hijo es un evento traumático y doloroso para cualquier madre. Por eso, la actriz mexicana aún recuerda esta tragedia y lo que dejó en su vida.

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Norma Lazareno perdió a su única hija, Paulina, hace 22 años, en un accidente automovilístico. Ese evento cambió su forma de su ser y su vida en general.

Las consecuencias de aquel trágico 27 de junio de 1997 aún persiguen a la actriz de 76 años, quien siente una gran culpabilidad por el desenlace que tuvo su hija. Lazareno estuvo en la obra de teatro ‘La señora presidenta’, un trabajo que la mantuvo mucho tiempo ocupada y de gira.

Norma Lazareno posa en la alfombra roja del espectáculo Yo Soy Mi Propia Esposa, primer aniversario el 28 de septiembre de 2010 en la Ciudad de México, México. | Foto: Getty Images

Norma Lazareno posa en la alfombra roja del espectáculo Yo Soy Mi Propia Esposa, primer aniversario el 28 de septiembre de 2010 en la Ciudad de México, México. | Foto: Getty Images

Su hija tenía 13 años cuando la actriz inició con esta puesta en escena y considera que no estuvo el tiempo necesario con ella., así lo confesó en una entrevista con Mara Patricia Castañeda en el programa ‘En casa de Mara’.

Norma afirma que si su hija estuviera viva lo que haría sería pedirle perdón por haberse centrado en su trabajo y no acompañarla en una etapa crucial de su vida.

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"Perdón por dedicarme tanto tiempo a mi carrera, por haber estado 7 años en una obra de teatro en un momento tan crucial como es la adolescencia", explicó.

La primera actriz no solo experimenta culpa, después de la muerte de Paulina sino que su temperamento se hizo muy difícil y eso arruinó su matrimonio con Pablo Ferrel.

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Sin embargo, hubo sólo un acontecimiento que ayudó a que la difícil tragedia fuera más liviana para Norma, la última voluntad de su hija.

Un año antes de su muerte, Paulina estaba viendo los Premios Oscar con su madre y en el programa hablaron sobre la donación de órganos. La joven le manifestó a su madre que le gustaría donar sus ojos a un niño o niña para que pudieran ver mucho años el mundo.

Ese deseo se hizo realidad y aunque no garantizaron que las córneas de la joven tuviera como destinatario a un menor, al final le dieron la posibilidad de volver a ver a una niña de 7 años.

Asimismo, la actriz se las arregló para averiguar por la pequeña que recibió los ojos de su hija y la apadrinó durante muchos años hasta que le perdió el rastro cuando se la llevaron a vivir a los Estados Unidos.

Lazareno poco a poco le dio un poco de sentido a la corta existencia de su hija, quien también seguía sus pasos en las pantallas, como un propósito para dar luz a alguien más.

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