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Norma Lazareno: 'Mi hija murió esa noche en un accidente y yo también morí un poco con ella'

Georgimar Coronil
02 oct 2019
16:20

La hija de Norma falleció a los 19 años, en un accidente automovilístico, justo cuando comenzaba a despuntar su carrera artística y se convirtió en donadora de órganos.

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La reconocida actriz explicó que el teléfono de su casa sonó la noche del viernes 27 de junio de 1997, poco antes de las 11:00 de la noche.

Cuando contestó, escuchó la voz de su hija, Norma Paulina Ferrel del Villar, mejor conocida por el nombre artístico de Paulina Lazareno.

Le preguntó que en dónde estaba, a lo que Paulina respondió que se encontraba saliendo de casa de Nicandro Díaz, productor de telenovelas y que le tenía buenas noticias.

Esa fue la última vez que hablaron, ya que una hora después la joven sufrió el accidente y falleció.

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Era más de la una de la mañana cuando Lazareno despertó y se dio cuenta de que su hija no había llegado todavía.

Preocupada, comenzó a hacer llamadas telefónicas y se comunicó con Pablo Ferrel, padre de su hija y de quien estaba separada hacía casi dos años.

Mientras él se trasladaba hacia San Ángel para estar con Norma, ella comenzó un rosario, cada vez más desesperado, de telefonemas para tratar de ubicar el paradero de Paulina.

"Fue espantoso, no la podíamos encontrar por ningún lado”, recordó la artista años más tarde, en una extensa entrevista al programa “Con un nudo en la garganta”.

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Finalmente, cerca de las dos de la mañana fueron contactados por la policía, quienes les informaron que el auto se había volcado en un paso a desnivel, muy cerca de la casa.

Aunque al principio no quisieron confirmarlo, después se supo que la muerte de la conductora había sido instantánea.

Las autoridades lograron identificar a la joven por su credencial de elector, apenas emitido en su cumpleaños anterior.

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Los agentes les explicaron que era preciso que alguien se presentara a identificar el cadáver.

Una vez que pronunciaron la palabra “cadáver”, Norma, quien había estado de pie y alerta durante toda la espera, se derrumbó. Pablo Ferrel fue el encargado de reconocer el cuerpo.

El golpe fue tan fuerte para la actriz, que durante varios por días no supo de sí misma. Todo se había hundido en una bruma.

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“No puedo recordar nada, no sé si dormí o si comí. Sé que estuve en el velorio de mi hija, pero no recuerdo cómo fue. Solo estaba ahí, como está un mueble. Una cosa”, reveló.

Continuó: “Cómo es que se muere alguien que nació de ti, que no tiene ningún motivo para sufrir, para morirse. Mi hija murió esa noche en un accidente. Y yo también morí un poco con ella”.

Sin embargo, hubo ciertas cosas que la ayudaron a seguir con vida y combatir la paralizante depresión que padecía.

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Paulina les había comentado a sus padres que quería ser donadora de órganos. Pablo se encargó de honrar esa petición de su hija.

Una vez que normar se convenció de que era el momento para cumplir la voluntad de su hija, accedió.

“Se donaron, entre otras cosas, sus córneas. Así que alguien recuperó la vista, por ella. Al principio yo quise saber quién era la receptora de las córneas, pero me dijeron que eso era imposible y contra la ley”.

Agregó: “Pero lo que podía hacer, era, a través de la fundación, seguirla apoyando mientras fuera niña y así lo hice. Por muchos años, le hice llegar de manera anónima sus útiles escolares y ayuda para sus estudios”.

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Finalmente, Lazareno dijo que hacer eso le dio mucha felicidad, tranquilidad y sintió que la tragedia de perder a Paulina, tenía una bendición oculta al poder ayudar a otros.

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Por otra parte, la actriz española Belén Rueda también sufrió una tragedia que marcó su vida. En 1996 nació María, su segunda hija, pero la bebé vino al mundo con una enfermedad cardíaca y murió antes de cumplir su primer año.

A pesar de las labores médicas y de tres operaciones a corazón abierto, la pequeña no sobrevivió.

“Es algo que no se olvida nunca. Con el tiempo, sólo aprendes a vivir con ello”, confesó a Bertín Osborne en Mi casa es la tuya.

La artista jamás podrá borrar de su memomira ese doloroso recuerdo.

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