Irene Villa recuerda la vez que perdió un bebé: 'Fue lo peor que me ha pasado'
Irene Villa y su madre María Jesús se sentaron en el plató de ‘Sábado deluxe’ para hacer un repaso sobre su vida y hablar de experiencias cruciales que las han vuelto quienes son actualmente.
En 1991, la periodista y autora Irene Villa perdió ambas piernas al ser víctima de un ataque terrorista por el grupo ETA, mientras que su madre también perdió una pierna y un brazo.
Desde entonces, sus vidas jamás han sido las mismas, pero aseguran que han superado lo que ocurrió y que su percepción de las cosas cambió a raíz del bombardeo.
"Es una parte de nuestra vida que nos ha llevado a estar donde estamos", confesó Villa frente a las cámaras de Sábado Deluxe.
Al mismo tiempo, su progenitora recordó lo que sintió al saber que su hija de 12 años por lo menos estaba con vida: "una inmensa alegría pese a como estaba". Toda esta tragedia le abrió los ojos; María Jesús sabía que desde ese momento "teníamos la obligación de ser felices".
EJEMPLO DE SUPERACIÓN
Madre e hija recordaron cómo vivieron sus días de recuperación, con María Jesús evitando ayudar a Irene si se caía, y prohibiéndole a los demás hacerlo también. Todo esto para promover su independencia.
"Cuando se caía al suelo yo no dejaba que nadie la ayudase, tenía que aprender a levantarse sola", dijo la progenitora de la periodista, a quien Irene llama “persona vitamina”.
La hermana mayor de Irene, Virginia, tampoco se prestaba para asistencias, y jugó un gran rol en su recuperación.
"Le pedía (a Virginia), por ejemplo, 'tráeme un vaso de agua' y me decía, 'te levantas tú y vas', para que así me hiciese cada vez más independiente. Desde aquí le tengo que agradecer muchísimo ese empujón”, aseguró la madrileña.
OTRO DURO GOLPE
La periodista lamentablemente atravesó un aborto involuntario. Esperaba a su cuarto hijo cuando su mundo se vino abajo. Pese a que ella creía que lo superaría, reveló que en realidad “ha sido lo peor que me ha pasado, sí. Peor que otras cosas”.
Ni ella ni su pareja llegaron a saber el sexo del bebé, pues cuando fue a consulta médica, “no había latido, no había nada”. Incluso debieron extraerles las trompas de falopio a causa del embarazo fallido.
Aunque se divorció de Juan Pablo Lauro, papá de sus tres retoños, en 2019, Irene ha asegurado que está abierta al amor.