Martín Barreiro, 'el Hombre del Tiempo más elegante': gourmet, extremo y fan de la naturaleza
Con su estilo tan particular en el momento de dar el pronóstico del tiempo, el físico español se convirtió en toda una sensación de la televisión logrando cautivar a su audiencia. Desde su primera aparición en una televisora local comenzó a triunfar.
Martín Barreiro apareció en la pantalla chica para dar el pronóstico del tiempo, pero lo primero que hizo fue impresionar enormemente desde su entrada en los medios de comunicación.
La primera vez que se le vio en la TV tenía el cabello largo y recogido en una cola de caballo. Eso en el canal donde trabajaba era aún más escandaloso que en otros sitios. Se trataba de la Televisión de Galicia, con una audiencia bastante acostumbrada a la formalidad y seriedad.
Así lo recuerdan en la entrevista de perfil que le ha dedicado Vanity Fair a “el hombre del tiempo más elegante”. Con este nombre se le empezó a identificar desde que comenzara a trabajar en Televisión Española con su reporte del clima. Corría en ese entonces el año 2010 y desde entonces su reconocimiento no ha parado.
Detenerse a firmar autógrafos a sus admiradores y dar el estado del tiempo en la calle comenzaron a estar entre sus actividades cotidianas. Pero él tiene también su propia versión de por qué los hombres dedicados a esta profesión generan tantas pasiones.
“De los comunicadores que salimos por la tele somos los únicos que ‘pronosticamos’, que decimos lo que va a pasar además de lo que ya ha pasado. Se genera un vínculo de amor y odio con nosotros. También es que la mayoría lo hacemos bien y somos muy sexys”, comentó.
Dentro de esa fama que ganan también le surgen encuentros, o mejor dicho, preguntas inesperadas. La más sorprendente de todas fue cuando le pidieron el pronóstico del tiempo para los próximos meses. ¿El motivo? Una pareja deseaba conocer si llovería en su boda.
Su estilo también ha sabido ganar corazones, pues ha sabido mostrar la seriedad que el tema amerita, pero a la vez la cercanía necesaria para ganar el cariño de sus espectadores.
Además tiene una elegancia bastante característica que ha tomado por inspiración en sus modelos a seguir para vestir. Por ejemplo, el galán de Hollywood Cary Grant, estrella de cine en clásicos. Y entre los más actuales reconoce su admiración por David Gandy.
Además de ser uno de los referentes del tiempo en España, Martín disfruta de otras grandes pasiones como la gastronomía, los deportes y la naturaleza, pues a menudo se le ve disfrutando de los hermosos paisajes que le ofrece la geografía española.
También ha formado una bella familia con Ana Mariño, quien al igual que él trabaja en el área audiovisual. Lo curioso es que estudiaron en el mismo colegio y dos décadas después cuando se reencontraron, surgió el amor. Admite que fueron rápidos pero seguros en cada paso y eso incluye a sus dos hijos.
Mucho tiempo ha transcurrido desde los inicios en cámara de aquel hombre con melena que en sus 30 se planteó un cambio. Tanto así que una foto de su juventud impactó a sus seguidores al contrastar con lo que ven hoy.
Al permitírseles llegar con su trabajo a los hogares de millones de personas, muchas veces los presentadores logran hacerse un lugar en el corazón de sus telespectadores. Así ocurrió con Fernando Ramos, quien dejó la prensa rosa cuando estaba en la cima de su carrera.
Ramos deseaba transitar otro rumbo profesional, a pesar de que se encontraba en lo más alto cuando junto a Xavier Sardá hacía “Crónicas Marcianas”, dando unos aires de humor a la prensa rosa.
“Por encima de audiencias y supersueldos está la felicidad de uno. No me arrepiento de nada. Como dicen: todo lo que sucede conviene. De las experiencias malas se sacan las partes positivas”, explicó.
Así lo confesó el mismo periodista que también calificó su propia decisión como "valiente y loca". Después en sus nuevos rumbos se le vio en una sección humorística en Cuatro y también como guionista de programas en Televisión Española y Radio Nacional.
Además se dedicó al periodismo deportivo tiempo después de haber trabajado en el periodismo rosa, el cual a su juicio requiere de un cambio.