Emotivo discurso de Ana, sanitaria en residencia de ancianos: 'El miedo nunca conquistó derechos'

Los adultos mayores son una de las poblaciones más vulnerables en la pandemia de covid-19 que azota al mundo desde el pasado mes de diciembre.

Por eso, la situación en las residencias de ancianos en España, que ya contabiliza más de 23.500 muertos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, es cada vez más aguda.

Ana Sotodosos, auxiliar de enfermería en una residencia de Madrid, habló en entrevista con Jordi Évole en ‘La Sexta’, sobre los desafíos que enfrenta el personal médico en estos centros de cuidado.

Sotodosos aclara que si bien no se consideran héroes, sí son personas fundamentales en el momento que vive el mundo por cuenta de la emergencia de salud. Sin embargo, fue crítica en la gestión de las residencias frente a la contingencia.

Según la enfermera, la residencia donde ella trabaja “es público de gestión privada" y así hay muchos en el país, lo que para ella implica un problema.

Ana afirmó que el gobierno asigna unos recursos a las entidades administradoras y les exige lo mínimo para no tener que desembolsar más dinero. Entonces, las empresas en busca de lucro hacen recortes que terminan perjudicando el bienestar de los ancianos.

Asimismo, cree que las residencias se demoraron mucho tiempo para cerrar los centros y limitar la entrada de visitantes, tras conocerse la expansión de la pandemia en España.

"No se puede mercantilizar el cuidado de los mayores. Después de una vida dura en la que ellos han pasado mucho y han trabajado muy duro, se merecen un cuidado de verdad", dijo.

Évole, por supuesto, le preguntó a la enfermera si no sentía miedo de que las declaraciones que estaba haciendo la perjudicaran en su empleo, pero ella dio una respuesta contundente.

"No vale el miedo… el miedo nunca conquistó derechos", expresó.

Y añadió que la información que ha entregado la seguirá denunciando porque el miedo no vale y es necesario seguir luchando por el bienestar de los adultos mayores y del personal sanitario.

Pese a lo difícil de la situación y de los obstáculos que Ana encuentra para prestar su servicio, ella aún define su profesión como una de las más bonitas del mundo.

Ella confiesa que poder cuidar, ofrecer cariño y compañía a quienes no tienen familia o simplemente han dejado de visitarlos es maravilloso, aunque su profesión sea infravalorada en la sociedad.

Ana no ha sido la única que ha hecho un llamado para voltear la mirada hacia la situación de las residencias de ancianos en esta pandemia, también el Padre Ángel afirmó que estos centros deberían ser prioritarios. Mira aquí los detalles.