El enfrentamiento del Rey Felipe VI con su familia por el amor de Isabel Sartorius en Barcelona 92

En 1989, el actual Rey de España conoció a Isabel Sartorius, la mujer que fue considerada el gran amor de su vida hasta la llegada de Doña Letizia.

Hace poco se cumplieron 28 años desde el día en el que el Rey Juan Carlos I inauguró los Juegos Olímpicos de Barcelona el 25 de julio de 1992. Aquel día, Felipe VI fue el abanderado nacional de la ceremonia y recibió un diploma olímpico.

"Aquello fue increíble. El desfile daba la sensación de durar años con toda esa gente vitoreando. La primera imagen que tuve fue ver a mi hermana Elena llorando a lágrima viva", recordó el monarca en una ocasión según El Mundo.

CRISIS MATRIMONIAL

Pese a la grandeza de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en Barcelona, la Familia Real española se encontraba en un momento muy delicado.

De acuerdo a lo revelado por Pilar Eyre en Lecturas, Juan Carlos I y Sofía atravesaban una fuerte crisis matrimonial debido a las infidelidades del Rey.

AMORÍO PÚBLICO

En aquel entonces, el Rey Juan Carlos se enfrentaba al escarnio público por su relación extramatrimonial con Marta Gayá en Suiza, una de las mujeres de la Palma influyente. Cuando la prensa se enteró del amorío, Sofía le quitó el habla a su marido.

Sin embargo, el entonces Príncipe de Asturias también se encontraba molesto con su padre. ¿La razón?, su noviazgo con Isabel Sartorius generó fricción en la relación de padre e hijo. Sartorius es hija de Vicente Sartorius, marqués de Mariño, y de la argentina Isabel Zorraquín.

OPOSICIÓN DE SU PADRE

Isabel Sartorius era una mujer hermosa, alta, rubia de ojos azules. Con su físico y carisma enamoró a Don Felipe, quien tenía apenas 24 años. La pareja se mantuvo unida durante cuatro años.

La relación terminó cuando el joven se mudó a los Estados Unidos para seguir con sus estudios. Sin embargo, muchos especularon que el Rey Juan Carlos I no veía la relación con buenos ojos debido a que Isabel era hija de padres divorciados.

Si bien la pareja anunció su ruptura en agosto de 1991, se trató de un mero truco para evitar el acoso de los medios de comunicación. En mayo de 1993, los novios optaron por tomar caminos separados.