logo
página principalMediosTV
instagram.com/yolandramos
instagram.com/yolandramos

Una infancia infeliz y problemas para ser madre: las dificultades en la vida de Yolanda Ramos

Guadalupe Campos
17 sept 2020
16:30

Yolanda Ramos fue la protagonista de la última emisión de ‘Samanta y la vida de…’. Allí recordó momentos emocionantes de su vida.

Publicidad

El programa de Samanta Villar ha tocado muchas fibras sensibles para Yolanda Ramos. Juntas, la presentadora y la actriz recorrieron Barcelona y Cerdanyola del Vallés, donde transcurrió la infancia de Yolanda.

Publicidad

Habló allí sobre sus familiares, y se encontró con sus hermanos y su madre, sobre quien dijo: "Mi madre es un personaje que ha pasado por la vida de todo menos desapercibida".

Para recorrer la memoria, la presentadora la llevó de recorrida por lugares de su infancia. El primero de ellos fue el bar de sus abuelos, en el Barrio Gótico de Barcelona. Al día de hoy, el local continúa siendo un bar.

"Cuando sueño con mi Barcelona querida sueño con este barrio", afirmó.

Publicidad

Y sus sueños la llevan específicamente a ese lugar: "Sueño con este bar", reveló más tarde, "que lo compro".

Es que para ella, el bar de su abuela fue “fuente de inspiración". Un lugar cargado de bohemia en el que ella podía ser quien realmente era. En el callejón detrás de las bodegas fue feliz, como pocas veces lo fue en la infancia.

"Me recuerdo una niña muy sensible, demasiado", recordó. "Cualquier cosa que pasaba en casa para mí era terrible".

Publicidad

Es que su entorno era muy diferente de ella. Se sentía incomprendida y fuera de lugar en su clan, pese al amor que la unía y aún la une a ellos.

"Si tienes una vocación y no corresponde a lo que te rodea, es terrible", reflexionó.

No fue su única dificultad en la vida. Ya adulta y exitosa, Yolanda Ramos volvió a tener problemas para constituir su hogar feliz. Es que una parte de su sueño de niña le faltaba. Una muy importante: tener un hijo. "No me quedaba embarazada", recordó.

Publicidad

Junto con su madre, que la contuvo en estos momentos tan difíciles, recordó los difíciles tratamientos de fertilización asistida a los que recurrió. Las hormonas la alteraban, y nada parecía dar resultado: cuando parecía que el sueño iba a realizarse y quedaba embarazada, el embarazo fallaba. Tuvo al menos tres abortos.

"Fueron por lo menos cinco años con dos parejas diferentes", relató.

Publicidad

No quiso ahondar en los problemas que dieron por tierra con la primera de sus dos parejas. Pero agradece haber encontrado a Mario, su marido.

"Mi marido es pura luz", asegura.

Cuando se conocieron, él tenía 29 años y ella 40. Él trabajaba como técnico en un set de filmación, que quiso la suerte que Yolanda visitara. Ambos recuerdan muy claro como se conocieron: para él, verla fue amor a primera vista. Supo con solo mirarla actuar que ella era la que quería para su vida.

Publicidad

Buscó como acercarse para saludarla, y preguntarle “cómo va todo”. Ella ríe al recordar el impacto de ver al joven y responder “bien, ahora bien”, admirando al guapo técnico desconocido.

La pareja prosperó, y él se embarcó en la ilusión de ser padre junto con ella. De la unión nació Charlotte, quien hoy tiene ocho años.

Para ella, volver luego a Cerdanyola del Vallés fue todo un impacto. Visitó la casa de su infancia, y se reencontró con amigas y vecinas de la infancia, que la ayudaron a recuperar momentos vividos.

Publicidad

"Era extraño que en esa habitación yo hubiera soñado con ser actriz y salir de Cerdanyola y que ahora volviera yo, y detrás cámaras, sonido y todo lo que lleva un equipo de televisión", reflexionó. Todo un viaje en el tiempo.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares