Anabel Alonso, sincera sobre la condición de su madre: "Ayer por primera vez no me reconoció"

Una de las peores consecuencias de la pandemia del coronavirus es la soledad que se vive en el aislamiento. Para la actriz española, los ancianos son los que más sufren con esta situación.

Aunque es poco dada a compartir sus intimidades con el público, Anabel Alonso habló con Mara Torres en una cordial entrevista para Cadena SER. Allí contó cómo ha estado la situación con su madre en esta pandemia.

“Mi madre es lo que peor llevo de todo esto. Afortunadamente pasó el covid-19 asintomática, tenía anticuerpos. Pero, aunque no se la ha llevado el covid, noto que en cierto modo se la está llevando”, dijo Anabel.

Por las medidas de aislamiento, Anabel no ha podido visitar a su madre María, de 92 años, quien vive en una residencia para ancianos y a la que visitaba diariamente. Ahora, por las limitaciones impuestas, tan solo la ha podido ver tres veces en estos meses.

Y son bien justificadas las medidas, por cuanto es necesario controlar en lo posible la entrada de personas al recinto, que pudieran portar el virus y diezmar la población de estas personas altamente vulnerables.

Hasta ahora, la comunicación había sido a través de videollamadas, pero para la madre de Alonso no era algo tan comprensible, pues los rostros se le hacen confusos en una pantalla. Tampoco ha podido ver crecer a su nieto, Igor, de casi cinco meses de nacido. La señora apenas lo ha visto una vez.

El personal del centro residencial es consciente del efecto que la abrumadora soledad está teniendo sobre su población, por lo que le dieron a Anabel la oportunidad de visitarla recientemente durante una hora. La experiencia fue muy dolorosa.

“Ayer fue la primera vez que no me reconoció. Hasta ahora todo iba más o menos, tenía días más o menos animados, pero iba. Durante la visita le preguntaba ‘¿te acuerdas quién soy? Y no hubo manera”, dijo la actriz con tristeza.

Para Anabel, es difícil entender qué puede ser peor, si el covid-19 o que después de décadas de vida, los ancianos deban vivir en soledad y sin sus seres queridos cerca, a tal punto que terminan perdiendo sus recuerdos. La humorista piensa que esto no es verdadera calidad de vida.