El notario que dividió Cantora en dos se sincera sobre la herencia de Paquirri: "Ningún cliente puede sentirse engañado"
El funcionario aseguró que, cuando se firma un documento público, las partes ya están en pleno conocimiento de lo que éste establece y los efectos que puede acarrear.
Las declaraciones que ofreció Kiko Rivera durante la entrevista que otorgó el pasado 4 de noviembre a Lecturas, en la que habló con Mila Ximénez sobre su situación con Isabel Pantoja, han afectado mucho a la tonadillera.
Según confirmaron a Vanitatis, la madre del DJ no se encuentra nada bien y no ha podido reaccionar. Parece no haber interés de su parte en contestarle a su hijo.
DURAS ACUSACIONES
Entre algunas de las duras acusaciones que el hijo menor de Paquirri le echó en cara a la tonadillera, están que no ha sido buena madre ni buena abuela.
Sin embargo, una de las frases más duras que Kiko dijo sobre Isabel fue: “Dices que estoy vendiendo mis penas. ¿Que vendo mis penas? ¿Tú me dices eso a mí que te has vendido como la viuda de España?”, declaró Rivera a Lecturas.
SUPUESTOS CHANCHULLOS
Otra situación que podría generar problemas legales es la que se refiere a los supuestos chanchullos que Isabel Pantoja habría llevado a cabo con la propiedad de Cantora y la herencia del torero.
Kiko contó a Mila Ximénez que acudió junto a su madre a la notaría cuando él cumplió la mayoría de edad. Allí, la cantante le habría hecho firmar algo de lo que no tenía conocimiento.
“Cuando tenía 18 años fui con mi madre a firmar algo. Yo era un cabeza perdida, y si mi madre me decía ‘firma esto’, yo lo hacía”, acotó el DJ al medio de comunicación, según reseñó Vanitatis.
LAS PARTES SABEN LO QUE FIRMAN
Emilio Esteban-Hanza, quien fue el notario que certificó el documento que madre e hijo firmaron en su notaría, referido al inmueble de Cantora y la situación legal de la finca de Medina Sidonia, hizo afirmaciones que chocan con lo declarado por Kiko.
“No se firma un documento si las partes no entienden, asumen y consienten”, dijo el funcionario a Vanitatis.
El notario quiso dejar claro que “ningún cliente puede sentirse engañado”, pues, cuando se firma un documento público, las partes ya están en pleno conocimiento de lo que este establece y los efectos que puede acarrear.
Emilio Esteban-Hanza aseguró que esa es la regla general, sin excepciones, y reiteró que las partes involucradas no firman el documento a menos que entiendan, asuman y consientan plenamente lo que ahí está escrito.
Indicó que se firma tras haber leído y después de que el notario se haya asegurado de que comprendieron completamente y de que están consintiendo lo contenido en el contrato o documento legal.
“Hasta que no tengamos el convencimiento total de que entiende perfectamente el documento y que está de acuerdo con el contenido, no hay rúbrica”, insistió el funcionario.
Las declaraciones del notario indican que, el 11 de julio de 2002, el hijo de Isabel Pantoja firmó aquel documento bajo pleno conocimiento y comprensión de lo que este establecía.
Según publicó Vanitatis, el instrumento legal en cuestión quedó inscrito según el protocolo 1578, el 9 de agosto de ese mismo año.
LE TOCÓ LO MISMO QUE A SUS HERMANOS
Por otra parte, Ramón Calderón, abogado designado como defensor judicial de Kiko Rivera en la repartición de la herencia de su padre, indicó para Nius que al hijo menor de Paquirri le tocó lo mismo que a sus otros dos hermanos.
A los tres les tocó un porcentaje sobre la herencia, pues el fallecido torero los nombró herederos universales, salvando el usufructo de su viuda (Isabel Pantoja), que posteriormente se cambió por la propiedad de Cantora.