5 mitos sobre el cuidado de los niños durante el invierno
El temor de que los niños se expongan al frío y se enfermen durante el invierno nos lleva a los adultos a tomar muchas precauciones y medidas que deben ser analizadas.
Está claro que todos debemos protegernos del frío y los padres tienen que encargarse de procurar los cuidados y medidas necesarias para que sus hijos estén lo más seguros posible, tomando en cuenta el sentido común.
Sobre esto, DKV Salud hizo una compilación de algunos de los mitos que muchas personas toman en cuenta cuando intentan cuidar a sus pequeños durante el invierno, y te los mostramos a continuación.
Niña muy abrigada recostada sobre la nieve. | Foto: Shutterstock
1.- ABRIGARLOS EN EXCESO
Los padres suelen colocar a sus niños chaquetas o suéteres cuando ellos sienten que hace frío. Sin embargo, no se puede comparar la sensación de frío de un niño a la de una persona mayor. Los pequeños son muy activos y pareciera que nunca tienen frío.
Lo cierto es que, se debe usar el abrigo adecuado a la sensación de térmica de cada quien, y también a la temperatura exterior. Abrigar a los niños más de lo necesario tampoco es bueno. Esto se debe a que, si sudan, puede resultar contraproducente si hace mucho frío.
Mujer patinando sobre el hielo con dos niños detrás. | Foto: Shutterstock
Si un niño está teniendo constante actividad física, ya sea por estar practicando algún deporte o jugando, no será necesario abrigarse demasiado, pues su cuerpo tendrá una temperatura más alta por estar en movimiento.
Es importante destacar que, una vez que cese la actividad, se debe colocar ropa más abrigada, seca, y descansar en un lugar donde la temperatura sea un poco más cálida.
Niña muy abrigada sentada sobre un tronco seco con un lago de fondo. | Foto: Shutterstock
2.- CAMBIOS REPENTINOS DE TEMPERATURA
Es muy difícil evitar los cambios repentinos de temperatura. La calefacción eficiente de algunos lugares nos hace experimentar ambientes extremos de frío y calor. Por esto hacemos hincapié en la importancia de abrigar a los pequeños por capas.
De esta manera, al cuerpo se le hace más fácil adaptarse a las temperaturas de los diferentes ambientes, para así evitar sudar excesivamente y luego verse obligado a salir a la calle con la ropa húmeda de sudor. Esto podría causar resfriados en los bebés o niños pequeños.
Niño abrigado con sus manos sobre sus hombros. | Foto: Shutterstock
3.- BAÑO DE AGUA MUY CALIENTE
Si la temperatura de tu hogar es la adecuada, el agua para el baño debe ser tibia. De esta manera se evitan quemaduras en la piel de tu bebé.
Por otra parte, la piel suele resecarse más durante el invierno debido al viento y al frío, por lo que es recomendable usar un jabón sin detergente para bañar al niño.
Además, tras el baño, también es bueno usar un aceite vegetal. Podría ser de almendras, para hidratar la piel. Una crema especialmente diseñada para hidratar la piel de los niños también es recomendable.
Mujer comprobando la temperatura del agua con su codo para bañar a su bebé. | Foto: Shutterstock
4.- AUTOMEDICAR A TUS HIJOS
Es sumamente importante no automedicar a ningún miembro de la familia. En el caso de tus hijos, si están padeciendo alguna afección, por ejemplo, un resfriado, no les hagas ingerir antibióticos. Lo mejor es acudir al pediatra.
La mayoría de las infecciones son víricas. Pero, si el médico sospecha de una infección bacteriana, probablemente recetará antibióticos.
De igual forma, debes consultar al pediatra sobre los suplementos para evitar resfriados o subir las defensas.
Mujer tomando la temperatura de su hija. | Foto: Shutterstock
5.- BEBIDAS FRÍAS O CALIENTES
Siembre se ha dicho que, en invierno, lo mejor es tomar bebidas calientes o tibias. Sin embargo, es recomendable no pasarse de la mano.
La mucosa faríngea puede verse afectada si se toman bebidas demasiado calientes o demasiado frías, y los niños son especialmente propensos a sufrir de molestias en la zona o una faringitis. Lo más recomendable son las bebidas tibias.
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