Doña Manolita: los mitos e historias sobre la mayor casa de lotería de España
El actual dueño de la administración es Juan Luis de Castillejo y Bermúdez de Castro, conde de Cabrillas.
Las fiestas decembrinas españolas son sinónimo de compartir familiar, deliciosos platos y, por su supuesto, del Sorteo Extraordinario de Navidad, un evento que paraliza al país con la ilusión de recibir el jugoso premio.
Uno de los lugares más visitados en estas fechas es Doña Manolita, la mayor casa de lotería de España. A lo largo de su historia ha vendido más de 70 premios Gordos.
CON LOS NÚMEROS GANADORES
La administración 67 de Madrid es uno de los lugares más concurridos de la ciudad por su sorprendente récord. La extraordinaria fortuna de doña Manolita ha servido de inspiración para muchos mitos e historias que buscan explicar la fuente de su buena suerte.
“Dicen que he vendido el alma al diablo, y que por eso me colma de fortuna aquí en la tierra, a cambio de hacérmelas pagar todas juntas el día que estire la pata", escribió en 1930, un reportero de Crónica, según reflejó un informe de Vanitatis.
LA HISTORIA DE LA DOÑA
Ese mismo reportaje asegura que aunque Doña Manolita no hizo un pacto con diablo, si tuvo una experiencia mística antes de entrar en la racha de números ganadores que hoy sigue estando presente en su administración.
La señora hizo cuatro viajes a Zaragoza, donde vio en todas las oportunidades uno de los símbolos más característicos y tradicionales de la buena suerte: la Pilarca con su manto rojo.
SE CONVIRTIÓ EN MUSA
Manolita, cuyo nombre real es Manuela de Pablo, abrió su primer establecimiento en 1904 y a punta de carisma ganó una base de clientes que se vio muy beneficiado de sus viajes a Zaragoza, pues los ganadores comenzaron a aparecer a granel.
"Esposa de un picador retirado que cambió la garrocha por los billetes numerados y hermana de otra lotera madrileña, doña Manolita de Pablo fue una tenaz trabajadora", reflejó Crónica, de acuerdo al reporte de Vanitatis.
UN LEGADO QUE SIGUE VIVO
Manolita no tuvo hijos, por lo que dejó en su negocio a su hermana Carmen, tras la muerte de esta quedó en manos de su hijo, quien abandonó todo tras huir del país por una deuda con Hacienda. Fue así como Juan Luis de Castillejo y Bermúdez de Castro, conde de Cabrillas, su actual dueño.
El aristócrata es uno de los menos conocidos de la realeza española. Lleva una vida en su casa, ubicada en un prestigioso barrio de Salamanca y está casado con Isabel Muñoz, hija de la duquesa de Montealegre.
UN DESTINO OBLIGATORIO
La administración que vende más de 70 millones de números en un año, se espera que sea heredada por Dolores, la única de la pareja de nobles que según Vanitatis, pagó entre 400.000 y 600.000 euros por el negocio.
La buena gestión del conde y de su familia le ha permitido que, a pesar de contar con ventas online, Doña Manolita siga siendo el destino de peregrinaciones de compradores anhelantes de encontrar el boleto ganador.