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Las Navidades más tristes de la reina Sofía: durante la II Guerra Mundial, en el exilio y sin su padre

Durante su infancia, la madre del rey Felipe VI pasó sus primeras Navidades en el exilio y en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

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Estas pasadas fechas festivas fueron diferentes para doña Sofía debido a la ausencia de don Juan Carlos tras su partida de España y la pandemia, pero la reina emérita ha experimentado Navidades más adversas.

Irene de Grecia, el rey Pablo de Grecia, Constantino de Grecia, Sofía de Grecia y la reina Federica de Grecia. | Foto: Getty Images

Irene de Grecia, el rey Pablo de Grecia, Constantino de Grecia, Sofía de Grecia y la reina Federica de Grecia. | Foto: Getty Images

SU HOGAR TRAS EL EXILIO

Durante su infancia en 1941, cuando apenas había cumplido 3 años de edad y era la princesa Sofía de Grecia y Dinamarca, fue ella quien pasó las festividades decembrinas en el exilio y en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

Tras la invasión de los nazis a Atenas, la familia real griega se había refugiado en Ciudad del Cabo en la residencia del gobernador general de Sudáfrica, según relató Pilar de Arístegui y reseña Vanity Fair.

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La casa tenía muchas comodidades. Era de estilo georgiano y victoriano, tenía un salón de baile y una piscina. Sofía y su familia habían comenzado a sentirla como su hogar.

Sofía de Grecia y la reina Federica de Grecia. | Foto: Getty Images

Sofía de Grecia y la reina Federica de Grecia. | Foto: Getty Images

INCENDIO ANTES DE NAVIDAD

Sin embargo, un incendio que tuvo lugar antes de Navidad acabó con los recuerdos que su familia había logrado llevarse de España.

Además, su madre, Federica de Grecia, tuvo que buscar un nuevo hogar. Por otra parte, la pequeña princesa y sus hermanos estaban separados de su padre, Pablo de Grecia, pues tuvo que acompañar al exiliado gobierno griego de Grecia en Londres y Egipto.

Según reseñó Vanity Fair, Pilar de Arístegui describió en su biografía sobre la reina emérita que una de las muchas casas en las que vivió la familia real durante su exilio fue un bungaló antiguo que tenía un “persistente aroma de caballo” y estaba ocupado por ratas.

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Irene de Grecia, el rey Pablo de Grecia, Constantino de Grecia, Sofía de Grecia y la reina Federica de Grecia en su casa de Pyschiko, 1947. | Foto: Getty Images

Irene de Grecia, el rey Pablo de Grecia, Constantino de Grecia, Sofía de Grecia y la reina Federica de Grecia en su casa de Pyschiko, 1947. | Foto: Getty Images

En la modesta morada, la madre de Sofía se vio obligada a dormir con una antorcha y un garrote en sus manos para protegerse a ella y a sus niños.

El medio de comunicación también señaló que Pilar Eyre dijo en ‘La soledad de la reina’ que ella y su familia habían habitado pensiones malolientes, chozas, cabañas de pastores, y modestas casas de trabajadores extranjeros.

La reina Federica de Grecia con el príncipe Constantino, la princesa Sofía y la princesa Irene, el 8 de julio de 1950. | Foto: Getty Images

La reina Federica de Grecia con el príncipe Constantino, la princesa Sofía y la princesa Irene, el 8 de julio de 1950. | Foto: Getty Images

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Cuando llegó la Navidad, y a pesar de las circunstancias difíciles, Federica de Grecia no dudó en adornar la vivienda y en preparar obsequios para la familia. Colocó el tradicional abeto y a su alrededor colocó los regalos para sus hijos.

En una carta que envió la madre de Sofía a su esposo mientras se encontraba acompañando al exiliado gobierno de Grecia, describió cómo sus pequeños pasaron esa fecha. Dejó que los niños eligieran el regalo que más les gustaba y todo salió bien, a pesar de la situación.

La reina Federica de Grecia con el príncipe Constantino, la princesa Sofía y la princesa Irene en su casa de verano en Tatoi, Grecia. | Foto: Getty Images

La reina Federica de Grecia con el príncipe Constantino, la princesa Sofía y la princesa Irene en su casa de verano en Tatoi, Grecia. | Foto: Getty Images

ALEGRÍAS Y PENURIAS

Las siguientes Navidades en el exilio estuvieron llenas de alegrías y penurias. Entre los momentos positivos se puede contar el nacimiento de la princesa Irene en 1942. No obstante, los momentos llenos de penas y tristeza estuvieron muy presentes.

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En aquel entonces, los bombardeos aéreos estaban a la orden del día. También se había desatado la peste bubónica, algo que Sofía y su hermano presenciaron de cerca.

La princesa Sofía de Grecia sosteniendo un perro y un gato entre sus brazos. | Foto: Getty Images

La princesa Sofía de Grecia sosteniendo un perro y un gato entre sus brazos. | Foto: Getty Images

Mientras jugaban en una de las casas que habitaron durante el exilio, ubicada en El Cairo, los niños descubrieron el cadáver de un vecino que había fallecido debido a la peste, según describió Pilar de Arístegui en su libro.

Lo cierto es que, en los años que vivió en el exilio durante su infancia, doña Sofía y su familia experimentaron momentos adversos y las festividades decembrinas no fueron la excepción. Pero, a pesar de eso, intentaron crear lindos recuerdos.

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