Hombre de 40 años aprende a respirar de nuevo tras pasar 42 días en la UCI por COVID

Los pacientes que despiertan, después de ser intubados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) debido al Covid-19, deben aprender a vivir nuevamente.

El proceso de recuperación de las personas que han tenido complicaciones graves por el virus es largo y muy difícil. Especialmente, aquellos que han sido intubados.

El tiempo que permanecen en la UCI hace que sus músculos y demás órganos se atrofien. Además, deben aprender a respirar sin la ventilación mecánica.

Ese es el caso de Jorge, de 42 años, quien ha estado en la UCI durante 40 días. Él, como otros pacientes en su condición, está muy desorientado todavía.

La fisioterapeuta hace su trabajo, pero ellos aún no son capaces de hacer muchas de las funciones que realizaban antes de la enfermedad.

"No son capaces de ponerse en pie ni de caminar... Pues igualmente, no son capaces ni de hablar, ni de tragar, ni de respirar con normalidad", contó Noelia Mosquera, una de las médicas rehabilitadoras del Hospital de La Princesa de Madrid.

El trabajo del personal médico debe ser multidisciplinar. Es decir, que el tratamiento está enfocado en varias áreas del paciente para que su recuperación sea integral.

El tratamiento empieza desde que están sedados porque la atención temprana aumenta las posibilidades de supervivencia.

Las terapias que reciben son pulmonares y de movimientos para mejorar la capacidad respiratoria que han perdido durante el tiempo que estuvieron intubados.

De acuerdo con un informe de El País, entre un 30% y un 50% de los pacientes que dejan las UCI tardan varios meses en recuperar sus funciones motoras y cognitivas.

Los factores que pueden influir en la recuperación son el tiempo de estancia en esta dependencia hospitalaria, la edad, el estado físico y otros factores no especificados.

Los médicos de las UCI intentan no solo la movilización temprana de los pacientes, sino reducir al tiempo mínimo la medicación y la intubación.

En el caso de los pacientes con coronavirus se añade el aislamiento al que son sometidos. Una situación especial que puede también generar conflictos de ansiedad y secuelas psicológicas.

Los pacientes son sedados para ser intubados solos, una situación de mucho estrés. Después, se despiertan nuevamente solos y confundidos por todo lo que les ha sucedido.