Olga Breeskin: la vida llena de fama, excesos y tragedias que la llevó a tocar fondo

La vedette conoció los excesos de la mano de los políticos, empresarios y las personalidades más destacas de México.

Para las nuevas generaciones, el nombre de Olga Breeskin puede resultar totalmente desconocido. Sin embargo, su gloria del pasado aún vive en el recuerdo de muchas personas.

La violinista alcanzó su punto más alto durante la década de los 70 y 80. Desde entonces, su vida ha descendido en una espiral de drogas, excesos y tragedias que la llevaron a tocar fondo.

INOCENCIA ARREBATADA

En Olga Breeskin se fusionó lo mejor de dos mundos. Su padre era violinista y su madre era cantante de ópera. De él aprendió a tocar el violín a la tierna edad de ocho años, talento que la ayudó a brillar en la adultez.

Su padre murió cuando ella apenas tenía 17 años, lo que la forzó a ella y a su hermano a trabajar. En aquella época realizó un dueto con su hermano, quien también era violinista, Junto empezaron a ganarse la vida tocando en restaurantes.

Aquellos años los recuerda con especial dolor, pues a esa edad sufrió un abuso sexual. Según comentó la también actriz, su victimario fue un empresario muy poderoso de la época.

En medio del sufrimiento, le llegó la oportunidad de su vida cuando conoció a Raúl Velasco. El conductor de ‘Siempre en Domingo’ notó su belleza y talento en el violín, así que la invitó a su programa.

De la mano de Velasco alcanzó gran popularidad. Olga se destacó en la televisión gracias sus sensuales atuendos, aunque luego abandonó su carrera en la pantalla chica.

SU GRAN MOMENTO

Luego de su pasó por ‘Siempre en Domingo’, Olga Breeskin se convirtió en una reconocida vedette. Ella compaginó su profesión con apariciones en el cine con títulos como 'México de noche’ y ‘Bikinis y Rock’.

Poco después conoció a uno de los hombres más poderosos de la televisión mexicana: Valentín Pimstein. El productor la convenció de realizar sus presentaciones en el Hotel Hilton Continental, donde alcanzó gran fama.

Olga confesó haber recibido una mansión de tres millones de dólares en el pedregal. Según afirmó, la propiedad se la obsequió un candidato a la presidencia de México.

Otros de los personajes con los que la vedette se vinculó fue Arturo "El Negro" Durazo Moreno. El jefe de la policía era temido por su poderosa conexión política con el presidente José López Portillo.

EN LA BANCARROTA

Pese a su éxito profesional, la vida de Olga Breeskin no era del todo perfecta. Desde sus 19 años tomaba alcohol con frecuencia y con el paso del tiempo experimentó con otras sustancias.

En la década de los 80, la vedette contrajo matrimonio con el bailarín norteamericano, Joey Doucette. En un intento por mejorar su vida, dejó las drogas y formó una familia.

Los años que transcurrieron después no fueron muy amables con ella. Una serie de malas inversiones inmobiliarias y su adicción a las apuestas la dejaron en bancarrota.

Posteriormente abrazó la fe cristiana y publicó sus confesiones en un libro titulado “El viejo violín”. En la actualidad sigue tocando su violín, aunque solo para el público de su ministerio.