Nevenka Fernández: dos décadas de silencio tras la confesión que cambió la historia
Ella marcó un precedente. Fue ejemplo para muchas otras que no sabían qué hacer ante la realidad que estaban viviendo.
Nevenka Fernández cambió la historia. La palabra acoso fue un reconocimiento a la horrible experiencia de la que fue víctima.
Durante años nadie decía nada. Pero su confesión la llevó a ser un referente en contra del maltrato que se ignoró por décadas de silencio. Su denuncia fue la voz de miles que vivían a puerta cerrada una tragedia a manos de su abusador.
LOGRÓ QUE EXISTIERA
Nevenka logró que le pusieran nombre a lo que le estaba sucediendo. Para ella fue muy importante que definieran lo que le hicieron. Era real y sufría por eso.
La economista española temía que, si no se nombraba lo que aquel hombre le hacía, se normalizara la injusticia por la fuerza de la costumbre.
Establecer la palabra ‘acoso’ fue brindarle alivio a esa mujer que estaba siendo maltratada psicológicamente y constantemente vejada. Ella fue reflejo de lo que experimentaban miles de féminas más.
Desde el momento en que Fernández denunció públicamente lo que su jefe le hizo, su nombre quedó como una profunda huella. Dio pie a un gran movimiento en contra del acoso y abuso sexual.
SU HISTORIA
Nevenka era concejala por el Partido Popular en Ponferrada. Su jefe, Ismael Álvarez, alcalde de dicho municipio español la acosaba. En 2001 lo denunció y fue condenado a nueve meses de cárcel por el delito cometido.
Al parecer, en su entorno, los comentarios sobre su belleza eran habituales. No veía como un problema que le hicieran un piropo por su atractivo físico.
A pocos meses de haber comenzado su carrera política en el ayuntamiento, tuvo un amorío con el alcalde. Se trató de un muy breve romance. Días más tarde comenzó su infierno.
Álvarez no aceptó el rechazo de Nevenka. Entonces decidió hacerle la vida imposible. La agredía verbalmente frente al resto del personal, mandaba misivas amenazantes y la llamaba por teléfono a cualquier hora. Incluso, le hacía encerronas en el auto y hasta en hoteles.
Acerca de este último punto, se conoció que ella cayó en una trampa. El alcalde habría reservado una sola habitación para asistir a la boda del hijo de un compañero y la obligó a dormir con él.
Por meses experimentó esa terrible realidad. Un buen día decidió irse a Madrid para alejarse de su jefe. Buscó ayuda profesional y pasó algún tiempo reflexionando. Se dio cuenta de que lo que estaba viviendo era un caso de acoso.
En medio de su exilio, Álvarez y sus seguidores difamaban a Fernández. Comenzaron a decir en la localidad que se había ido a la capital para desintoxicarse. Divulgaron que estaba loca y era una drogadicta.
LLEGÓ EL JUICIO
En marzo de 2001, Nevenka habló con la prensa y reveló su renuncia al Ayuntamiento de Ponferrada. También informó sobre la querella judicial en contra de Álvarez.
El caso se volvió de interés nacional y la denuncia de la economista se robó titulares de diversos medios de comunicación. Se trataba de un hecho histórico. Era la primera vez que un político enfrentaba a la justicia por acoso y además fue sentenciado por el abuso perpetrado.
A pesar de la decisión de un juez, Álvarez siempre dijo que era inocente y negó todos los hechos. El Tribunal Superior de Castilla lo condenó a nueve meses de prisión. Además, le impuso una multa por 6.480 euros y una indemnización a Nevenka de 12.000 euros por acoso sexual.
Tras lo ocurrido renunció a su cargo público. Sin embargo, mantuvo el apoyo de la ciudadanía en Ponferrada, desde donde le mostraron gran solidaridad.
Por su parte, sin poder conseguir trabajo y sanar sus heridas en paz, Fernández se mudó a Londres. Allá formó una familia y con el surgimiento del movimiento #MeToo, brindó todos los detalles de su historia.
Su caso, registrado hace dos décadas, marcó un antes y un después en España. Lo que ella vivió también lo experimentaron muchas otras mujeres. Ahora su historia se conoció a través de Netflix con la docuserie ‘Nevenka’, estrenada el pasado 5 de marzo.
Muchas callan lo que les ocurre por miedo, pero así como la exconcejala contó su historia, Niurka también lo hizo y en este artículo de AmoMama revelamos los detalles que quieres conocer.
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